73. ¡ESPERA!, NO TE VAYAS POR FAVOR.

41 7 27
                                    

Nota: Bendiciones.

Está vez no vengo en modo saludo, vengo para hacerles una advertencia.

Este capítulo contiene un poco de escena fuerte, incluso me costó un poco escribirlo, pero lo hice para que sepan un poco lo que sintió el personaje.

Aún así si te sientes incómod@ al leer, puedes saltarte esa parte.

No siendo más, los dejo con otro capítulo, uno de los que más me ha costado 😰.


Santa Biblia Reina Valera 1960 - Santiago 4
4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.



Saco el teléfono asombrada, no me explico como paso, pero el teléfono solito ha marcado el número de Deimond.

«Cosa inaudita».

—holaaa —sigue él hablando.

A pesar de tanto tiempo reconozco perfectamente su voz, sigue siendo una voz suave y cautivadora.

—holaaa —él insiste.

No soy capaz de responder, tengo mi lengua pegada al paladar, no puedo moverla, solo puedo sentir mi respiración acelerada, junto con los latidos de mi corazón.

«Te amo tanto Deimond».

Él al ver que no respondo suspira.

—¿Sabes algo? —me dice.

Me lo imagino sonriendo.

«Se ha de ver tan guapo».

—si tienes mi número, es porque eres una personita muy especial, ya que yo no le doy mi número personal a cualquiera, así que si lo tienes, fue porque yo te lo dí. —sigue hablando.

Una sonrisa se asoma en mis labios.

Recuerdo inmediatamente la vez que escribió su número en mi teléfono y guardo el mío.

«—de mujeres, solo tu y mi madre tienen mi número, nadie mas».

Lo recuerdo como si fuera ayer.

A mí mente vienen todos los momentos lindos que pasamos juntos, los veo en cámara lenta y es imposible que unas cuantas lágrimas no corran por mis mejillas.

—¿Eres tímida? —me pregunta —¿Te da miedo hablar por teléfono?.

Aparto el teléfono de mi oído y miro hacia todos lados para saber en dónde está la camara.

«¿Cómo supo que era yo?».

—supongo que te haz de estar preguntando ¿Cómo le hice para saber que eras tú? —vuelve a hablar.

«Incluso hasta conoce mis pensamientos».

Estoy tan nerviosa, siento que el teléfono caerá de mis manos en cualquier momento.

—es porque mis amigos no se quedarían a escuchar solo mi voz, preciosa —responde a su misma pregunta—ni mi mamá tampoco, aparte de ellos, solo quedarías tu.

Siento que el corazón se me va a salir de la emoción tan fuerte que estoy sintiendo.

Por un momento pensé que Deimond me había olvidado, pero es todo lo contrario.

«Él me sigue amando igual o más de lo que yo lo amo a él».

Trago grueso y abro mis labios para hablar, pero él lo hace primero.

—¿Pero sabes que? —pregunta con tono cautivador —¿No entiendo por que estás siendo tímida?, después de la noche tan agradable que pasamos ayer, ¿Es que acaso la quieres repetir?.

TE VOY A ENCONTRAR Where stories live. Discover now