79. UN ARREPENTIMIENTO GENUINO

31 6 30
                                    

Santa Biblia Reina Valera 1960 - 2 Corintios 5
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.



Un mes después.

Llegó al lugar en donde he tenido a Jak, es un lugar humilde, un lugar a dónde él con los cinco sentidos, no hubiera venido.

Vengo a ver si le sirvió ir a culto, si sigue igual, entonces lo mató.

Yo prometí cuidar de él, pero otra cosa es tener que también llevarlo al baño.

Apenas llego, mis hombres me hacen una leve reverencia como saludo.

—adelante —me dice uno.

No sé porque pero puedo percibir que algo anda mal aquí.

Siento que ellos ya no son lo mismo, es como si hubieran faltado a su lealtad hacia mi.

Entro con desconfianza y ellos entran también y cierran la puerta.

«Lo sabía, algo anda muy mal».

Lamento haber dejado a mis otros hombres afuera, aún así saco mis dos armas y les apunto.

«Si he de morir, que sea peleando».

Espero a que ellos actúen, pero ninguno se atreve a sacar su arma.

—solo queremos hablar con usted señor Montreal —dice uno de ellos.

Ya ni siquiera me dice jefe.

—¿Que pasa? —les preguntó sin bajar las armas.

—no... nosotros —dice otro con dificultad.

—nosotros ya no queremos trabajar para usted —completa el primero.

—¿Que? —frunzo el ceño.

Ellos me comienzan a contar que durante el mes que llevaron a Jak a culto se sintieron tan redargüidos por todo lo malo que habían hecho, que ahora no quieren saber nada de matar, ni de otra cosa mala, ahora quieren servir a Dios.

Río al escucharlos hablar.

Simplemente me parece difícil creer que los tontos se hallan terminado arrepintiendo, pero es verdad.

—¿Y ustedes creen que los voy a dejar irse así como si nada? —les preguntó. —¿Acaso no se les pasa por la cabeza que eso es traición y que les volare la cabeza a uno por uno?.

—si lo pensamos —dice el más joven de todos —pero aún así es mejor morir por volverse evangélico que por matar a los demás.

Me impacta la valentía con la que me habló, antes ni siquiera me miraba a los ojos.

—si quiere matarnos hágalo ahora —dice otro muy decidido —nosotros no opondremos resistencia.

—ademas morir en Cristo es ganancia —asegura otro.

Miro para todos lados a ver en dónde está la camara escondida.

De haber sabido que esto iba a pasar, no les hubiera ordenado lo que les ordene hace un mes.

—¿Saben que? —les preguntó.

Bajo las armas porque ya me duelen los brazos.

—les doy una última oportunidad para que cambien de parecer —les digo muy seguro —si lo hacen, haré de cuenta que no escuché nada y todo seguirá como antes.

—yo no pienso cambiar de parecer —vuelve a hablar el más joven —si algún otro está conmigo, que levanté su mano.

De inmediato todos levantan las manos.

TE VOY A ENCONTRAR Where stories live. Discover now