91. ES COMO MI HERMANA.

41 8 22
                                    

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Génesis 20
2 Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara.


Inmediatamente comencé a abrir la puerta desesperadamente, temía que si no salía rápido, Linda desaparecería.

Lo más terrible era que la puerta no abría.

—jovén Morgan, joven Morgan —me habla mi chófer.

Lo volteo a mirar molesto.

—¡Quítale el mal***o seguro a la puerta! —le ordenó.

Él me mira confundido.

—¿Por qué quiere bajarse si el auto está en movimiento? —me pregunta.

Es verdad, el auto está en movimiento, pero yo juraba que se había detenido.

«¿Acaso fue todo un sueño?».

—detente —le ordenó.

Él se detiene y yo me bajo del auto.

No hay nadie, nadie en absoluto.

Siento mi pecho apretarse y lágrimas salen de mis ojos al ver la vía vacía.

—¡Lindaaaa! —grito desesperado —¡¿Donde estas?!.

Nadie me responde.

Me recuesto al carro y me deslizó hasta terminar en el suelo, me mandó las manos a la cabeza con desesperación.

—jefe —me habla el chófer tocando mi hombro —¿Está bien?.

Yo niego con la cabeza.

Esta angustia de no encontrar a Linda me está consumiendo, siento que ya no puedo más.

—vamos —me ayuda a levantar.

Vuelvo al auto y recuesto mi cabeza hacia atrás mirando a la nada.

«¿Cómo es posible que ya sueñe despierto?».

—¿Te acuerdas de Linda? —le preguntó al chófer.

Él ríe.

—como no recordarla —responde —es la chica que más bien me ha caído, es una pena que ya no esté, recuerdo las muchas veces que los lleve a ambos al colegio, parecían un par de tortolitos enamorados.

Yo también recuerdo esos momentos tan hermosos que pasamos juntos.

«¿Quien me diera volverlos a repetir?».

«Ojalá pudiera devolver el tiempo».

Es imposible que más lágrimas no rueden por mis mejillas.

«Linda me está volviendo un desastre».

—hemos llegado —anuncia el chófer al entrar por el portón de la gran mansión de los Morgan.

Recuerdo la vez que entre con Linda, la pobre estaba tan nerviosa que se negaba a salir del auto.

«Todo me recuerda a ella».

Me bajo del auto, el mayordomo me da la bienvenida y me adentro en la mansión.

Mis padres me están esperando en el comedor, camino hacia ahí poniendo mi mejor sonrisa como si todo estuviera bien.

—hola papá, hola mamá —saludo.

Mi sonrisa se borra al ver que no son los únicos que están en el comedor, también está la hija de uno de nuestros socios.

—¿No vas a saludar Deimond? —pregunta mi padre.

TE VOY A ENCONTRAR Where stories live. Discover now