"𝗘𝗹 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗱𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗶𝗴𝘂𝗲 𝘆 𝗹𝗮 𝘁𝗿𝗶𝘀𝘁𝗲𝘇𝗮 𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗺𝗯𝗮𝗿𝗴𝗮."
Milán había vivido los últimos años de su vida bajo el apellido de un monstruo, que le destruyó la vida a ella y a su hermano.
¿Mudarse a un pueblo?
No parec...
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Milán, observó como Henry salía detrás de Mike tomándolo por sorpresa, golpeándolo para luego lanzarlo lejos. Aun con la poca iluminación que había en el lugar pudo notar como su rostro se encontraba salpicado en color carmesí. Retrocedió, asustada.
El gritó de Bowers debió haber sido suficiente para alertar a los chicos que empezaron a gritar sus nombres.
Sin pensarlo, corrió a ayudar a Mike, a su vez buscando la manera de salir de aquel apuro.
―¡Bowers, aléjate de ellos! ―pudo distinguir el gritó de Bill entre los demás.
Henry se encontraba mirándolos desde la superficie del pozo. Empezó a hacer el sonido de una oveja. Había enloquecido. Subió la cuerda para asegurarse que ninguno pudiera subir y se giró hacía ellos.
―Corre ―le susurró Mike, pero ella se negó.
No iba a dejarlo, no iba a huir.
El gritó de Milán hizo eco en los oídos de todos, más en Bill que desesperado intentaba zafarse del agarre de sus amigos para intentar subir, aun sabiendo era imposible.
Milán gritó en el momento en que Henry la tomó de los brazos para lanzarla lejos de Mike. Sintió el dolor instalarse en todo su cuerpo al caer de espaldas, gimió de dolor antes de retroceder, desesperada, al verlo caminar hacia ella. A sus espaldas Mike intentaba ponerse de pie, adolorido.
―¡Aléjate! ―le gritó, buscando con su mirada algo con lo que defenderse.
―Todos van a escuchar como súplicas por tu vida como una perra al igual que lo hizo tu madre ―la tomó del pie para arrastrarla hacia él, ella intentó patearlo en vano.
Tal como semanas atrás en el cine se posiciono encima de ella, solo que esta vez, ella no tuvo tiempo de reaccionar. El golpe que le propinó en el rostro la dejó aturdida.
Respiro, agitada, en cuanto el aire empezó a faltarle. Henry había empezado a asfixiarla con sus manos alrededor de su cuello.
Araño, desesperada, los brazos y rostro de Henry, intentando liberarse de su agarre.
No quería morir de esa forma, era el único pensamiento que cruzaba por su mente en ese momento. Tenía que volver con su hermano, con sus amigos, con Bill. No quería morir asfixiada por Henry.
Cada vez se sentía más débil, pero no quería dejar de luchar. ¿Y sí era momento de reunirse con su madre nuevamente? Se refugiaría en sus brazos por la eternidad.
Cerró los ojos esperando que la oscuridad la arrullara.
Milán no podría decir que sucedió, abrió los ojos cuando sintió a Henry alejarse de ella. El aire empezó a llegar a sus pulmones de nuevo. Tosió recuperando el aliento.
Visualizó como Henry había golpeado otra vez a Mike lanzándolo al suelo. La poca luz que entraba en el lugar hizo destello cerca de ella. Gateó hasta ahí haciendo el menor ruido posible, atenta a los movimientos de Henry que estaba diciéndole cosas horribles a Mike.
