Aegon el Mayor I

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— Es la voluntad y decisión de todas los Lords Supremos, y Lords de los Siete Reinos, que la princesa Rhaenyra Targaryen suceda al Rey Viserys I.

Aegon suspiró aliviado. Lo siguiente que escuchó fue el aplaudir de los nobles felicitando a la futura Reina. No veía la cara de Rhaenyra, pero se imaginó que ella estaba feliz, al fin había conseguido lo que ella nuestro padre le había prometido. Y sinceramente, él prefería que Rhaenyra tuviera el trono. Nunca quiso ser rey porque sabía que sería un gobernante pésimo. Su madre había tratado de convertirlo en uno, pero no había nacido para serlo, al igual que ni Aenys ni Maegor nacieron para ser reyes.

La favorita recibiendo todo de padre. Bueno, preferible que el trono acabe contigo que conmigo.

— Alicent, ¿estás bien? — Habló la voz de su padre. — ¡Alicent!

Él giró al mismo tiempo que escuchaba gritos de susto de los nobles presentes. La razón de su miedo era que la Reina se había desmayado tras saber el resultado. Fue rápidamente hacia ella llegando al mismo tiempo que Rhaenyra y Helaena.

— Alicent, despierta. — Dijo su padre preocupado, quien se había levantado de su trono para ver a su Reina.

— Madre. — Dijo Aegon preocupado. Su madre era fastidiosa, pero la quería, incluso si no estaba seguro si ella lo quería.

— Madre, despierta. — Dijo Helaena.

— Alicent. — Dijo Rhaenyra.

¿Por qué te importa ella? ¿No se supone que son enemigas?

— Mis príncipes, con permiso. — Dijo el maestre Orwen de Harrenhal, acompañado de soldados de la Casa Strong.

Por favor. No te mueras.


Ahora estaba en lo que sería su cuarto en Harrenhal, acompañado de Helaena, Aemond y Daeron. El Lord Comandante Sir Criston Cole los acompañaba y estaba a cargo de ellos, ya que el Rey estaba dando un anuncio importante que su abuelo estaba escuchando en el Salón Principal.

— Se rompen el carrete de verde y el carrete de negro. — Dijo Helaena. Nunca entendía lo que decía cuando hablaba así.

El maestre Orwen entró a la habitación.

— ¿Cómo está la Reina? — Indagó Sir Criston.

— La Reina se encuentra bien. Creo que el desmayo fue una reacción a un evento inesperado y bastante fuerte para ella. — Expuso el joven maestre.

Tú eres el desafío, Aegon. Simplemente existiendo y respirando.

Ah. Su madre siempre quiso que fuera rey porque de acuerdo a ella, su vida estaría en peligro si Rhaenyra fuera reina. Lo cual ya no era una posibilidad que se quería evitar, era un hecho. Probablemente ella se desmayó pensando que Rhaenyra los mataría ahora. Y honestamente, veía a su medio-hermana capaz de hacer eso. Hace años tenía sus dudas, pero esas dudas se desvanecieron cuando su hermano perdió el ojo por culpa de su bastardo Strong y ella había pedido que su hermano fuera "duramente interrogado", es decir, torturado. Ahora que Rhaenyra había salido elegida, ¿qué pasará con ellos?.

— Debería despertar pronto. Le informaré cuando eso pase.

— Gracias.

El maestre hizo una reverencia a los príncipes y se retiró.

— Ya escucharon al maestre. — Dijo Sir Criston. — Su madre estará bien.

— Gracias a los Siete. — Dijo Aegon aliviado.

Danza de Azul y Negro (HOTD)Where stories live. Discover now