Rhaenyra I

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Rhaenyra vio cómo el maestre Orwen de Harrenhal, acompañado de hombres de armas de la Casa Strong, se llevaban a Alicent para ver qué le pasaba. Detrás de ella iban Aegon y Helaena. Más allá siguiendo el camino, podía ver a Sir Willis acompañando a Aemond y ¿Daenor?, ¿Daelor?, Daeron, eso era.

Espero que esté bien. Sé que es mi enemiga, pero aún recuerdo nuestra amistad.

— Rogamos a los Dioses Antiguos y Nuevos por la salud de la Reina Alicent y por su pronta recuperación. Sin embargo, les voy a pedir que conserven la calma. Si bien la elección ha terminado, aún tengo algo importante que anunciar. — Anunció mi padre al público.

Los nobles se calmaron un poco y escucharon a Viserys.

— Para muchos el Consejo del año 101 d.C. promulgó que ni una mujer ni el descendiente de una mujer tiene derecho al Trono. Sin embargo, nunca quedó claro realmente. Considerando eso, voy a aclarar estos eventos recientes. Como resultado de este Consejo, la Casa Targaryen adopta un nuevo principio, el Principio de Sucesión Excepcional, el cual permite que cualquier miembro de la casa Targaryen entre en la línea de sucesión, sin importar si es hombre o mujer. En el caso de que una mujer ascienda al Trono de Hierro y sea sucedida por su vástago, ese vástago adoptará el apellido Targaryen. Los dragones han reinado por 100 años y reinarán otros 1000 años más.

Lo último causó habladurías e incluso quejas entre los nobles. Mi padre golpeó su bastón con el suelo para callar a los nobles.

— Este Principio sólo incluye a la Casa Targaryen. En cuanto a la sucesión de las demás Casas del Reino no habrá ningún cambio. Las leyes de los Ándalos y de los Primeros Hombres siguen en pie para ellas.

Ante esto los nobles se calmaron y empezaron a aplaudir. Una vez terminaron, mi padre prosiguió.

— Dicho eso, les agradezco a todos por venir aquí, entiendo que a algunos les haya costado más que otros, pero tienen mi agradecimiento por su tiempo y su voto. Con estas palabras, doy por concluido el Gran Consejo y que los Dioses Antiguos y Nuevos les guíen para llegar sanos y salvos a sus castillos.



Luego del Gran Consejo recibieron felicitaciones de Jacaerys, quien había jurado convertirse en un digno heredero del trono. También las hubo de Lucerys, Baela, Rhaena, Corlys y Rhaenys. Aunque en la última vio algo de tristeza. Ella había sido rechazada dos veces y ahora veía como una mujer ascendía al trono.

Pude haber terminado igual.

Luego Rhaenyra y Daemon dieron las buenas noches a sus hijos y fueron a su cuarto. Su padre los había acompañado a la habitación de la pareja de los futuros monarcas para hablar con ellos.

— Muchas felicidades, hija mía. — Dijo alegremente Viserys.

— Gracias padre. Honestamente estaba preocupada de que terminaría como otra Reina que Nunca Fue, pero...no puedo creerlo. Gané, le gané a Aegon, el Gran Consejo eligió a una mujer por encima de un hombre.

— El Reino es muy consciente a quien le juraron lealtad, y entre tú y ese mocoso, quién es mejor. — Intervino su esposo Daemon.

— Daemon, no hables así de tu sobrino. Solo estoy feliz de que esta tontería de Negros y Verde por fin haya terminado. Así que espero que tú y Alicent hagan las paces, no sé porque su relación se volvió tan horrible, pero espero que la arreglen.

Padre, me he estado cuestionando qué hice desde hace once años.

— ¿Ahora qué pienso, padre? ¿Qué es lo que te dio la idea? ¿Cómo es que amaneciste un día y dijiste "Voy a convocar un Gran Consejo"?

Danza de Azul y Negro (HOTD)Where stories live. Discover now