Rhaenyra V

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Rhaenyra esperaba afuera de la habitación, acompañada por Sir Lorent Marbrand. No había pasado mucho tiempo desde que Gerardys había entrado ahí, pero ella quería que saliera de ahí lo más pronto posible. Quería saber qué pasaba.

Como si los dioses hubieran escuchado sus plegarias, Gerardys salió y la miró.

— Majestad, lo siento. Lord Beesbury está muerto.

Escuchar eso le hizo sentir un dolor en el pecho. Lord Lyman Beesbury había sido una presencia constante en la corte desde que tenía memoria. Él siempre sirvió a su padre con competencia e integridad, se mantuvo leal a ella durante la pugna de poder entre Verdes y Negros, y cuando se volvió Reina, le sirvió de la misma forma que le había servido a su padre. Y ahora, estaba muerto.

No era extraña para ella la pérdida. Había llorado a hermanos que nunca tuvieron oportunidad de vivir o siquiera de nacer, a su madre, a Sir Harrold, a Harwin, a Laenor, y luego a su padre. Y aún así, perder a alguien nunca se volvía más fácil.

— Llama a las Hermanas Silenciosas, que preparen el cuerpo para el entierro. Yo informaré al Consejo Privado.

Gerardys hizo una reverencia y Rhaenyra caminó hacia la sala del Consejo Privado. Al llegar miró a todos los presentes, Sir Tyland, Daemon, Orwyle, Jacaerys, Mysaria, y Lord Corlys. Rhaenyra miró la silla vacía que pertenecía a Lord Beesbury, y la otra silla vacía, la silla de Lord Allun Caswell, que había muerto a causa de la Fiebre Invernal. El Consejo Privado se levantó para recibirla, y Rhaenyra caminó a su asiento.

— Mis Lords. Quisiera poder decir que traigo buenas noticias, pero no es así. Nuestro compañero Lord Lyman Beesbury acaba de fallecer.

El ambiente del salón se puso tenso y pesado.

— Fue un sirviente del Reino leal. — Dijo Jace. — Y un buen hombre.

— Se le extrañará. — Dijo Mysaria.

— Con su fallecimiento, queda otro puesto disponible en el Consejo Privado. Otro que al momento es imposible de rellenar. — Dijo Daemon.

— Si necesitamos reemplazos temporales hasta que la Plaga termine de correr su curso y podamos buscar un reemplazo, podemos usar una de las personas que trabajan directamente bajo el Consejero de la Moneda, el Balanza Real o el Contador Real. — Propuso Jace.

— De hecho, Majestad, si me permite, puedo tomar las responsabilidades de Lord Beesbury hasta que se pueda conseguir un reemplazo adecuado. De la misma forma que el Príncipe Jacaerys está haciéndose cargo temporalmente de las responsabilidades que usualmente tendría un Consejero de los Edictos. Solía encargarme de los asuntos contables en Roca Casterly antes de servir a su padre. — Propuso Tyland.

Tyland tenía experiencia en eso. Y honestamente, era alguien que sabía que haría bien su trabajo.

— Me parece bien. Sir Tyland se encargará de las responsabilidades de Lord Beesbury hasta que estemos en posibilidades de reemplazarlo adecuadamente. Eso sería todo el día de hoy. Esta reunión ha concluido. — Dijo Rhaenyra.

Todos se levantaron de sus asientos y fueron saliendo de la sala. Rhaenyra caminó junto a su esposo y su hijo, saliendo de la sala. Apenas la mayoría de Consejeros salieron de su vista, Jace habló.

— Madre, ¿no crees que deberíamos empezar a considerar reemplazos para las oficinas de Lord Beesbury y Lord Caswell?

— Sí deberíamos, pero creo que es mejor considerarlos cuando podamos llamarlos. Ahora mismo nadie puede salir o entrar a la ciudad, y tampoco tenemos noticias siquiera de Marcaderiva o de Rocadragón.

Danza de Azul y Negro (HOTD)Where stories live. Discover now