12

73 16 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando miro a mi alrededor, me sorprende encontrarme en un pequeño parque que recuerdo demasiado bien para mi gusto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando miro a mi alrededor, me sorprende encontrarme en un pequeño parque que recuerdo demasiado bien para mi gusto. Al fijarme en los detalles con más atención, veo que todo sigue exactamente igual que la última vez que vine corriendo hasta aquí con Grace para buscar a la anciana extraña que ha decido ponerse a jugar con nuestras vidas. Sí, aparentemente nada ha cambiado, pero noto algo raro en el ambiente. Los bordes de mi visión se ven extrañamente brillantes y los colores se ven más intensos de lo normal, como si me encontrase dentro de una pintura.

Decido empezar a caminar, tratando de descubrir por qué todo me resulta tan extraño y a la vez tan familiar. A medida que avanzo por el parque, compruebo que cada detalle es tal y como lo recordaba. Estoy tan ocupado mirando a mi alrededor que no me doy cuenta de que he llegado a la fuente hasta que esta está a menos de un metro de mí. Instintivamente, mis ojos van directos a los pies de la mujer, donde está localizada la piedra con la inscripción que vimos. Para mi sorpresa, las letras han vuelto a desaparecer, pero el agua sigue fluyendo alrededor de la estatua.

¿Por qué cambia este lugar cada vez que me acerco a él?

—¿Ves algo que te interese, Axel? —Una voz suave y melodiosa que parece salir de todas partes y ninguna interrumpe mis pensamientos e inmediatamente alzo la cabeza para mirar a mi alrededor, tratando de hallar su origen—. Aquí arriba, querido.

Al alzar la mirada, me topo con el rostro pétreo de la mujer, aunque ahora sus ojos parecen distintos, más expresivos. A pesar de que sus labios siguen tan sellados como siempre, podría jurar que la voz ha salido de ellos...

—¿Quién eres? —pregunto sin apenas pararme a pensar.

—Eso no nos concierne ahora. Te he traído hasta aquí de nuevo para que entiendas lo próximo que va a ocurrir.

—¿Cómo que lo próximo? ¡¿Es que todavía quedan más cosas por pasar?!

Mi expresión horrorizada parece divertir a la estatua, ya que escucho una dulce risa y casi podría jurar que su misteriosa sonrisa se ha ensanchado ligeramente.

—Oh, querido, todo esto no ha hecho más que comenzar. Vosotros no habéis experimentado más que el inicio de esta aventura —responde la voz, reverberando de pura emoción—. Como os hice saber hace unos días, necesitáis comprender vuestros deseos y entrelazar vuestras almas para regresar a la normalidad. Sin embargo, hasta ahora solo sois capaces de ver la mitad de la situación, y eso no es suficiente, ¿no te parece?

¡Devuélveme mi cuerpo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora