16

59 14 9
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Juro que esta será la primera y última vez que subiré a un taxi

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Juro que esta será la primera y última vez que subiré a un taxi.

El olor a humanidad que desprende la tapicería barata me insta a fruncir la nariz con asco, pero estoy sentado a la derecha de Olivia y no quiero que me pregunte por qué pongo cara de oler a caca. Estoy seguro de que a Grace no se le ocurriría pensar en todos los culos que han estado donde está el mío —o sea, el suyo— ahora, por lo que yo al menos tengo que fingir que no estoy imaginándome a un yonqui echando la papilla en este mismo lugar.

—¡No me puedo creer que hayas estado a literalmente dos centímetros de Axel Maddox! —chilla Olivia en cuanto el taxi arranca en dirección a nuestro hostal—. ¡Pero es que encima ha conseguido hacerte sonrojar a pesar de lo mucho que le odias! ¡Tienes que contarnos todo lo que te ha dicho al oído, cada palabra que te haya dicho!

Taylor me mira desde el asiento del copiloto, igual de expectante que su hermana, y dos sentimientos emergen en mi interior a la vez. Por una parte, me hincho como un pavo real al escuchar por enésima vez elogios a mis artes de ligoteo, pero por otra, me avergüenzo cuando recuerdo que no he sido yo el ligón esta noche, sino el ligado. Sí, tal vez Grace no me ha dicho lo que toda la audiencia podría suponer, pero a la vista de todo el mundo, me he sonrojado por sus palabras y nunca soy yo el que se sonroja, sino al revés. Aunque claro, la gente realmente ha visto a Grace caer en mis redes, así que supongo que técnicamente... ¿sigo ganando, no...?

Dios, este lío de cuerpos va a terminar por volverme loco.

—¿Qué puedo decir? Axel sería capaz de robarle el corazón a cualquiera y cuando alguien como él te susurra al oído, es imposible resistirse... —Demasiado ocupado tratando de desentrañar si he ganado o no el reto de la noche, dejo que el piloto automático de mi cerebro responda por mí y, como no podría ser de otra manera, ese piloto siempre tiende a dejar claro lo fabuloso que soy. Sin embargo, Grace jamás habría dicho eso y ambas chicas lo saben, por lo que miran como si tuviera monos en la cara—. ¡Que es broma, hombre! ¡Mirad qué caras habéis puesto!

Las carcajadas desesperadas que acompañan la frase parecen convencer a Olivia y Taylor, que ponen los ojos en blanco y vuelven a sonreír.

—¡Dinos qué te dijo, venga! Tuvo que ser algo realmente bonito porque Grace Everly jamás se sonrojaría por un simple halago del ser humano al que más odia —me insta Olivia.

¡Devuélveme mi cuerpo!Where stories live. Discover now