2. Ámbar

70 30 87
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Con nada más que las quejas de mi prima, Amanda, para despertarme me levanté, casi, a las cuatro de la mañana para entrar a las siete.


La distancia entre la preparatoria y la casa de mi tía era grande, la idea de repetir el último año ya era horrible, pero había que resignarse.

Me había negado a comer, según yo lo iba a hacer en la preparatoria, y fui a pie. No había querido tomar transporte, me gustaba demasiado correr, por lo que el camino iba a ser un poco más tardío.

Todo empeoró con la lluvia, por suerte mi hermana me había empacado una sudadera, estaba un poco frustrado puesto que ese día me tocaba hacer la maldita entrevista y todo parecía jodido.

Ya después de hacerla me dispuse a irme poco convencido, en una hora me iban a decir si pasaba o no. Una chica chocó conmigo.

Parece ser que iba demasiado distraída como para concentrarse, ya estaba cansado de ese lugar y lo último que necesitaba era una niña distraída.

-Perdon- dijo.

Estaba preparado para ignorarla, pero no pude hacerlo.

Parecía un poco vanidosa, pero no engreída. Vestía con una chamarra beige, falda a cuadros y jersey blanco.

Lo que más me llamo la atención fueron sus ojos; ámbar.

-No te preocupes- murmuré.

Era muy hermosa, su cabello era pelirrojo de un tono, también, ámbar, casi dorado, recogido en una media coleta, apenas se le dislumbraban algunas pequeñas pecas en su nariz, pómulos y mejillas, ya sonrojadas.

-Disculpa... - empezé. Ya tenía que irme, necesitaba buscar unos documentos entregar algunas otras cosas.

Ella se me había quedado mirando, y apesar de yo haber hecho lo mismo, se quedó un poco desconcertada y evito mi mirada con vergüenza.

-¿Uh? Eh... sí, perdón. Adiós.

-Adiós- sonreí.

La pobre ya se había retirado cuando seguí sonriendo.

Era demasiado tierna, y creó que eso era lo que le faltaba a mi vida: ternura. Me había recordado un poco a mi ciudad, por su apariencia cálida y... fulgurante, incluso su gama de colores se veía tan cálida, como la playa.

La segunda vez que la ví fue en la biblioteca, habia cogido un libro recomendado por algunos de los profesores; «Historia Del Mundo En 12 mapas»

-¡Ey!- Protestó alguien del otro lado de la estantería.

-No es personal, solo es necesidad-respondí mirando mi nueva azaña.

-Que irónico, me encuentro en la misma situación de escasez informativa.

-Una lastima, en verdad.
Espere un poco para ver a la chica de antes con una canasta llena de libros en su brazo.

Una Vez Más [Intentos]Where stories live. Discover now