23. Feliz No Muy Feliz Cumpleaños

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Lo primero que supe al despertar esa mañana es que quería que todas fueran así por el resto de mi vida

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Lo primero que supe al despertar esa mañana es que quería que todas fueran así por el resto de mi vida.

Le dí un beso en la frente y le quité el pelo de la cara para apreciar la belleza de sus pecas y recorrer con mi mano sus mejillas suaves, la nariz recta y esos labios esponjosos que nunca me cansaría de besar.

Ella abrió los ojos después de un rato aún pegadita a mí. Debo admitir que ver esa mirada hermosa me dejó embobado, más aún cuando me sonrió y su rostro pareció iluminarse.

-Feliz cumpleaños, Minion- besé su frente.

Ella me abrazó más para ocultar el rubor de sus mejillas en mi cuello, pero logré sujetar su rostro para empezar a besarla.

-Te ves hermosa- susurré.

Volvió a sonrojarse y esta vez fue ella quién me dió un beso.

-No me mientas, menos cuando me acabo de levantar. Nadie amanece viéndose bien.

-Tú sí.- Volví a besarla-. Eres hermosa.

Le dí otro beso. Y otro. Y otro.

Fallé al intentar que mi corazón no se volviera loco cada vez que me correspondía o me decía que me amaba. Era el mejor sentimiento que había experimentado. Si me volvía loco cada que me miraba con dulzura estaba seguro de que mi vida no sería la misma después de esas palabras.

-Marc, tenemos que levantarnos en algún momento- dijo cuando apoye mi cabeza en su pecho.

-Pero no ahora.

Me dió otro beso e hizo que me levantara.

-No olvides que nadie sabe que estás aquí y de seguro tu mamá debe estar preocupada.

-Ella sabe que si me secuestran me devuelven en cinco minutos, sé cómo hartar a la gente.

Puso los ojos en blanco y miró su reloj. La noche anterior no le había quitado el ojo para poder felicitarla al instante, pero el sueño me ganó y aunque hubiera podido me veía incapaz de despertarla.

Volví a tomar su rostro para besarla.

-Te tengo un regalo- murmuré.

-¿Un regalo? Pero...

-¿Cumples años o no?

-Sí, pero no es necesario.

-Se supone que en los cumpleaños se dan regalos.

-¿Y esto qué es?- Preguntó con una sonrisa. Siendo sincero, no sabía qué había hecho para merecer esa mañana a su lado, pero agradecía haberlo hecho con toda mi alma.

Saqué la pequeña caja de mis bolsillos. Ella sonrió al recibirla y me sentí un poco nervioso por saber si le gustaría y decidí sentarme tras ella y apoyar mi espalda en el cabecero de la cama. Casi exhale de alivio al ver su sonrisa cuando vió el collar. Ella fue lo único en lo que pensé cuando lo ví y no me equivoqué al creer que haría que sus ojos brillarán más.

Una Vez Más [Intentos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora