Una Vez Más [Intentos]

8. Extraños

-Volvimos a la miseria- dramatizó Zara.

-Es el último semestre-le recordó Tiff.

-Después viene el infierno mayor- añadí yo.

-No ayudas.

-No es mi intención- miró a Zara-. Oye, como sigas lloriqueando tú lavaras mis sabanas.

-Quimi siguis lliriquindi ti liviris mis sibinis.

-Llorona.

-¡No quiero ir!

-Te mataste la loma para estudiar- interviene Tiffany-. ¿Y ahora no quieres?

Ella levantó la cabeza de mi cama.

-¿Se dan cuenta de que es nuestro último año juntas?

-¿Te das cuenta de que en algún momento tenía que pasar?

-No seas fría- le dije-. Y sí, pero... no tan pronto.

-¿Dónde irán?

-Tengo unas opciones, pero no es tan seguro.

-¿Zara?

-Eh... Ya veremos.

-¿Cómo así? ¿Tú, no tienes un plan de estudios?

-Universidades sobran.

-Zara, no importa qué pase. Podremos seguir viéndonos.

-Tienes razón- murmuró-. El semestre pasará lento, supongo.

-Bien, ahora...- intervine después de poner la película- ¡Hagan espacio!

Diabólica Tentación empezó a reproducirse en la pantalla de mi televisor.

Al día siguiente, volveríamos a la preparatoria y sería nuestro último semestre juntas. Después la graduación y... La universidad.

No tenía ideal de a cuál iría, pero tenía por seguro que mi interés se encontraba en la carrera administrativa. Podía ser un desastre en, demasiadas, ocasiones. Pero nunca pondría en riesgo mi futuro.

Cuando ese día llegó, no fuí capaz de evitar el nudo en mi estómago al pensar que no volvería a ver a nadie. Es decir, tal vez los vería, pero no sería lo mismo. Conozco a la mayoría desde que tengo seis años.