6 | Segunda parte

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—Mami, mami, ¿Ya podemos irnos? —Noah preguntó con entusiasmo mientras tiraba de la mano de su madre.

—Ya casi bebé, solo dame un momento —Annabeth respondió dándole una sonrisa. Luego miró a Sally quien sostenía a Hannie en brazos—. En serio, gracias Sally.

—No tienes nada que agradecer. Sabes que me encanta cuidar a mis nietos... Además, esta princesa es adorable —Sally murmuró dándole un toquecito a la nariz de la bebé, quien rio ante la acción de su abuela.

—¿Y yo? —Noah preguntó mirando a su abuela.

—Tú también eres muy adorable —Sally respondió al ver la mirada celosa en el rostro del niño.

Recientemente, Noah había entrado en una etapa de celos debido a que creía que todos preferían a su hermanita. Por lo mismo, Annabeth había decidido pasar la tarde con él para ir a jugar al parque.

—¿Cualquier cosa me avisas?

—Sí, no te preocupes —Sally respondió.

—Bien —Annabeth murmuró antes de dejar un beso sobre la cabeza de Hannie. Después de eso, ella tomó su bolso y de la mano de Noah salió del departamento para pasar la tarde con el pequeño.

***

Annabeth llego al parque y durante un rato jugó con Noah, el pequeño estaba de lo más feliz.

—¿Qué te parece si vamos por un helado? —Annabeth le preguntó mientras se detenían a descansar.

—¡Sí! —Noah festejo—. Quiero un helado grande de chocolate.

—Qué rico, entonces vamos por ese helado.

—¡Sí! —el pequeño volvió a festejar mientras saltaba. Annabeth lo tomo de la mano para caminar al otro extremo del parque que era donde había un pequeño puesto de helados.

—Mami, ¿la próxima vez podemos venir con papi?

—Claro bebé, la próxima vez veré que sea uno de los días libres de papá.

Noah sonrió contento mientras caminaba. Annabeth también sonreía hasta que la sonrisa en su rostro se apagó cuando un extraño hombre comenzó a caminar detrás de ellos y segundos después sujetó a Noah tratando de arrebatárselo.

Afortunadamente, Annabeth reaccionó rápido y jaló a Noah hacia ella, sujetándolo con fuerza, y sin pensarlo lo levantó en brazos y comenzó a correr lejos del hombre, quien corrió tras de ella.

Annabeth se apresuró hacia su auto mientras Noah se aferraba a ella asustado.

Al alcanzar el auto, una camioneta negra se detuvo justo al lado de ella y bajaron otros hombres que intentaron arrebatarle a Noah de los brazos. Annabeth luchó contra ellos negándose a soltar a su hijo.

Antes de que el forcejeo armara un escándalo más grande, los hombres optaron por empujar a Annabeth junto a Noah dentro de la camioneta, y entonces arrancaron alejándose del parque.

***

Había pasado más de una hora desde que Annabeth y Noah habían sido encerrados en una habitación, mientras tanto Noah lloraba en los brazos de su madre, muy asustado por todo lo ocurrido.

—Mami, tengo mucho miedo.

—Tranquilo, mami está aquí —Annabeth le susurro abrazándolo contra su pecho—, y no voy a dejar que nada te pase.

Los minutos pasaron y cada vez la tensión era peor. Annabeth no sabía quién le había hecho eso ni tampoco el motivo, pero aunque tratara de parecer fuerte para no asustar más a Noah, en el fondo estaba muy angustiada por lo que pudiera pasarles, sobre todo a su hijo.

Cuando el tiempo había sido demasiado, la puerta de la habitación finalmente se abrió. Annabeth sujeto a Noah con mayor fuerza mientras un hombre mayor de aspecto elegante entraba.

—¿Quién es usted y qué es lo que quiere? —Annabeth exigió una respuesta. El hombre la miró y sus ojos verde mar la perturbaron.

—Mi nombre es Poseidón Mackriz y estás aquí porque Perseus asesinó a mi hijo Chrisaor y ahora yo me voy a encargar de que él sepa el dolor que un padre puede sentir cuando le arrebatan a su hijo —le respondió mientras miraba al niño en sus brazos.

Operación clasificadaWhere stories live. Discover now