7 | Segunda parte

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Había pasado demasiado tiempo desde que Annabeth y Noah se habían ido y Sally estaba demasiado preocupada. La noche ya había caído y era hora que no sabía nada de ellos, aun cuando Annabeth le había dicho que regresaría por la tarde.

Sally le había marcado docenas de veces, pero el celular de Annabeth parecía estar apagado, al final no tuvo más remedio que comunicarle a su hijo lo que estaba pasando y desde ello ya habían pasado casi tres horas, para este punto la ansiedad la estaba destrozando al no tener ninguna noticia.

—Ma-má, ma-má —Hannie balbuceaba repetidamente, llevaba más de una hora llamando a su madre y Sally había tenido que hacer de todo para tratar de mantenerla tranquila. 

Unos minutos después, la puerta del departamento se abrió y por ella entro Percy y no necesito decir una sola palabra para que su madre leyera su expresión. En su rostro se reflejaba una gran preocupación, pero al mismo tiempo parecía enojado. Detrás de Percy entro su amigo y compañero de trabajo, Jason.

—Buenas noches, Sally —Jason la saludo tratando de sonar casual, pero fallando en el intento.

—Hola Jason —Sally miro a su hijo—. ¿Hay alguna noticia de Annabeth y Noah?

—Sí —Percy respondió dándole una corta mirada a Jason.

—Sally, necesitamos que nos acompañes —Jason le pidio mientras Percy caminaba hacia las habitaciones.

—¿Por qué?, ¿qué está pasando? —preguntó al ver como Percy se iba sin dar explicaciones.

—Annabeth y Noah fueron secuestrados —Jason respondió sin tratar de disimular la preocupación—, y Percy quiere ponerlas a salvo, no quiere correr riesgo de que también vengan por ustedes.

—¿Cómo que fueron secuestrados? —Sally murmuró tratando de procesar la noticia—, ¿saben quién lo hizo? ¿Por qué creen que estamos en peligro?

—Es una venganza en mi contra —fue Percy quien respondió al volver con las cosas de Hannie, él se detuvo frente a su madre y tomo a la bebé en sus brazos.

—¿Cómo que una venganza en tu contra?

—Pa-pá... ma-má

Percy le dio una mirada a su hija para después mirar a su madre.

—Hace unos meses cuando Annabeth y yo fuimos capturados, en el enfrentamiento mate a Chrisaor Mackriz y ahora su padre quiere hacerle daño a mis hijos.

—¿Dijiste —la voz de Sally se cortó un segundo— Mackriz?

—Sí, y ahora Poseidón Mackriz quiere cobrarme el haber matado a su hijo, por eso es que necesito poner a Hannie y a ti a salvo mientras encuentro la manera de poner a salvo Annabeth y a Noah —Percy se giró hacia la puerta—. Mamá, tenemos que irnos.

—Poseidón no pude hacerle daño a mis nietos —Sally murmuro en un hijo de voz.

—Lo hará si no lo detenemos —Jason intervino—, él nos envió una amenaza y no va a parar hasta cobrarle a Percy lo que paso.

—¡No! —Sally exclamo en un arrebato de fuerza—. No voy a permitir que Poseidón cometa una locura, él no puede hacerte daño a ti ni a tu familia —dijo mirando a su hijo.

—Mamá, por favor —Percy murmuro ignorando la familiaridad con la que su madre menciono a Poseidón—. Tú no puedes hacer nada, déjanos encargarnos de esto y ahora por favor acompáñanos.

—Hijo —Sally murmuro con seriedad—. Necesito hablar con Poseidón Mackriz.

Percy frunció el ceño al escuchar su extraña petición, y en aquel momento Sally estuvo segura de que aunque había jurado llevarse el secreto a la tumba, ella no podía quedarse callada si quería evitar una tragedia.

—Eso no pasará. Estás hablando del líder de los Olímpicos, ese hombre no tiene ningún escrúpulo... Yo me encargaré de él —Percy medito un segundo antes de continuar—. Poseidón quiere destruirme por meterme con su familia, pero yo seré quien lo destruya a él por meterse con la mía.

—¡No! Tú no puedes matar a Poseidón —Sally exclamo sorprendiéndolos.

—Lo haré, porque es la única forma de parar esto, mientras él siga vivo, ninguna de las personas que amo estará a salvo.

—No tienes que asesinarlo —la voz de Sally sonó estrangulada—, él solo debe saber la verdad y entonces los dejara en paz.

—¿Verdad? —Percy sonó consternado—. ¿De qué verdad se tiene que enterar ese hombre, mamá?

Sally miro a su hijo con una mezcla de seriedad y disculpa.

—Se tiene que enterar de que tú también eres su hijo.

Operación clasificadaWhere stories live. Discover now