Nueve

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'Aprendiendo de lo nuevo'


Desperté al escuchar la voz de Sora diciendo que papá solicitaba nuestra presencia en el desayuno. Me metí al baño, me di una ducha, cepille mis dientes y sujete mi cabello en un moño alto una vez que estuvo seco.

Abro la puerta y justo Bon sale de su habitación también. Tiene un moretón cerca del ojo, no me di cuenta como terminó su pelea ayer y tampoco me fije en si tenía golpes.

—¿Qué?

—Se dice buenos días, Bon.

—¿Qué hiciste anoche Azery?

—Nunca lo preguntas ¿por qué ahora? —continúe mi camino sin importarme mucho no haber respondido.

Su mano en mi antebrazo me detuvo, esta vez su agarre fue suave aún así no me confío. Enarque mi ceja mirando su mano.

—No me toques —exigí al ver su mano ahí y recordar lo de ayer.

—Mira, sé que no me he portado muy bien los últimos meses...

—Ni los últimos años —completé por él.

—Lo sé Azery, sé que ayer me sobrepase contigo, no debí levantarte la mano y mucho menos golpearte de esa manera —no me confío, tiene ese tono de voz falso y su mirada es de ingenua incredibilidad. Una máscara. —Eres mi hermanita y siempre cuidaré de ti, quiero que me perdones por mis erróneas acciones y que puedas confiar en mi otra vez.

—Vaya, de seguro ayer te golpearon tanto que la cabeza se te modificó por completo —vi como sus ojos cambian pero se esforzó por no dejar ver ese lado. —Papá se podrá tragar todo este teatro que estas montando pero yo no, te conozco Bon y sé que esto —hice un círculo en el aire. —No eres tú, es falso. No quiero que me vuelvas a tocar y esta vez te lo estos diciendo en serio.

Solté mi brazo de su agarre y seguí caminando, a unos pasos estaba Vanne observando la situación con curiosidad. Entonces es por eso que Bon se comportó así porque teníamos público, lo miré por encima de mi hombro negando y bajé las escaleras pasando a un lado de Vanne.

El Hex de la casa dijo que papá nos esperaba en el cenador así que me dirigí al patio.

Lo vi y esta conversando con alguien, cuando ve que me acerco termina rápidamente la llamada.

—Buenos días papá.

—Azery, Bon.

No me di cuenta el momento en el que Bon se pego a mi lado, lo ignoré y me senté en una de las sillas laterales, papá se sentó de cabecera y Bon frente a mi, a la izquierda de papá.

La comida ya esta servida y unos segundos después Vanne apareció y tomó un asiento a mi lado.

—¿Cómo te fue anoche, Bon? —papá siguió comiendo y yo quede pensando en por qué estaría hablando de esas cosas en el desayuno, conmigo ahí. —¿Bon?

Lo miré de soslayo mientras cortaba mi comida en el plato, parece desconcertado ante tal pregunta.

—No es el momento para hablar de eso papá —su gesto es solemne pero el desconcierto en su voz no lo ocultó, quise reír.

—Tú no decides cuando lo es. Las mentiras que se han llevado en esta casa fue lo que provocó una escena como la de ayer, así que de ahora en adelante no más mentiras.

—¿Qué seguirá después? —preguntó con calma Bon, levanté mi mirada hasta la suya y en sus ojos puedo ver la incomodidad y el enojo que le causa saber que las cosas ahora cambiarán. —¿La dejarás salir por primera vez? ¿O por fin permitirás que se conecte a un robot?

El defectoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz