Doce

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'Absurdo doblaje'

-Soltaré tu boca pero en serio no te atrevas a gritar Azery.

-¡Maldición! Eres un estólido idiota sin cerebro ¿Cómo pudiste ingresar hasta aquí? ¿Los golpes aplanaron tu cerebro por completo o es que el oxigeno no te llega hasta allá arriba? -trato de no gritarle todas esas palabras que escupí pero es que no puedo, así que terminé alzando la voz.

-¿No te agrada verme?

-Eres un idiota Dae, con todo y el significado de la palabra -me alejé de él mirándolo de arriba a abajo, se ha mudado de ropa. -¿Cómo llegaste aquí? Y más te vale responder porque juró que gritaré.

-No lo harás -la seguridad de su voz y su mirada desafiante me hizo querer hacerlo. Esto será divertido.

-¡Papá! -grité sin prestarle atención. Él se acercó rápidamente a mi, puso una de sus manos tras mi nuca y con la otra me cubrió por completo la boca.

Quise reír. Si él sigue intacto y de pie es porque así lo quiero, puedo con facilidad llevarlo al piso y luego dejarlo ahí hasta que papá suba. Eso sin contar que solo gritando papá no me escuchará y al parecer eso no lo sabe él.

-No vuelvas a gritar -me susurró muy cerca de mi boca cuando retiró su mano.

-Tu no me vuelvas a retar porque no sabes de lo que soy capaz -hablo en el mismo tono, sentía su respiración muy cerca de la mía, su aliento colándose en mi. -¿Qué haces aquí? -volví a preguntar.

Él seguía con su mano en mi nuca y sin responder estampó sus labios sobre mi. Su otra mano bajo hasta mi cintura acercándome a él y me deje llevar, abrí más mi boca cediéndole el paso a su lengua que no tardo en salir. Le seguí el beso sin reparar en nada más que en la trampa, el oxígeno comenzó a hacerme falta.

Cuando sentí que aflojaba su cuerpo y suavizaba su agarre metí mi pierna entre las suyas y con fuerza tiré de sus piernas haciéndolo caer, sin dejarlo reaccionar me puse encima de él, bajé sus brazos a sus costados, los puse bajo mis rodillas haciendo fuerza y saqué una daga con cuchilla larga y la acerque a su cuello.

-Ahora si me vas a decir que haces aquí y cómo ingresaste -lo reté con voz agitada, ese beso me dejó sin aire.

-Me engañaste al besarme solo para esto. Vaya que eres astuta -dijo con voz ronca.

Antes de que siguiera hablando le puse mi mano en la boca justo como él había hecho minutos antes.

-Ahora tu no hables -le susurro cerca de su oído. -Sora -la llamé y esperé a que respondiera.

-¿Si?

-¿Dónde están Bon y papá?

-En el despacho, están hablando.

Dae comenzó a removerse como un gusano que esta a punto de ser pisado.

-¿Puedes escuchar lo que hablan? -pregunto en un murmullo.

-Si -respondió Sora bajando la voz.

-¿Y puedes decirme que es? -no volvió a responder, esperé. -¿Sora?

Bien, se ha desactivado. Justo lo que quería.

Si a papá se le da por buscar a través de Sora este día en esta habitación estaré muerta por mentirle. Asi que si, es mejor que ella se desactive, así no podrá espiar más.

Quité mi mano de su boca, mis rodillas de sus brazos y alejé la daga de cuello.

-Debes tener más cuidado si no quieres ser atrapado -me quise levantar pero sus brazos alrededor de mi cintura se cerraron como grilletes. -¿Qué crees que haces?

El defectoWhere stories live. Discover now