03

1.1K 132 3
                                    

Corría con fuerza por el bosque mientras acomodaba su espada, su respiración era agitada y sus ojos mantenían un rojo carmín, mantenía a su mejor amigo a su lado quizás más furioso y más adelante podía escuchar los gritos de ayuda de alguien.

Su vida se basó en sobrevivir por cualquier medio, antes quizás tendría miedo de hacer lo que ahora hacia, era alguien más sumiso, pero aquello lo llevo a la ruina, escapó de su reino donde estaba condenado, dejo a su hijo y su manada atrás, huyó de su alfa y conoció a spreen, un Alfa fuerte que sin dudas le ayudo.

Tuvieron buenas aventuras juntos conectando entre sí de buena manera, roier estaba tan agusto con este qué decidió siempre estar juntos.

Pronto conoció a 2 chicos quienes huían desesperados, estaban lastimados y asustados, a lo lejos una alfa peleaba buscando darles tiempo, sin dudarlo fueron a atacar a aquellos tipos, eran alfas puros, desde entonces les tiene odio, buscaban aprovecharse de aquellos chicos y de paso hacer lo mismo con la chica, ni el ni spreen lo permitieron y a pesar de la voz de mando y los múltiples gruñidos los asesinaron, después llevaron a los 3 chicos a su hogar a descansar y curarlos y decidieron adoptarlos como parte de su diminuta manada, claro que para ellos ambos chicos eran pareja y eso no les incomodaba, siempre actuaban como una a pesar de ser solo amigos.

Poco tiempo después llegó un alfa desesperando pidiendo ayuda pues entre un grupo de alfas más fuertes y mejor armados lo comenzaron a atacar y querían asesinarlo, ellos lo ayudaron y pronto tambien lo convirtieron en parte de su manada, era chica pero muy protectora.

Era 6: Spreen y Roier era los líderes de la mini manada, ElMariana y Misa eran los 2 omegas a los que entrenaban para que no sintieran tanto temor, Rivers y Carrera eran 2 alfas quienes pulian sus habilidades.

Vivían en una ciudad llamada Extremo, ahí aprendieron a que sobrevivir era todo.

Eso lo remontaba al inicio, donde ambos mataban gente con tal de sobrevivir, sus cachorros tenían trabajos más cencillos como pequeñas cacerías, eso era en lo que aprendían a manejar sus emociones.

Al caer la noche ellos regresaban con un gran botín y comida a montones, cenaron como reyes junto a sus niños (como ambos les llamaban) y después de eso limpiaron, dando las 3 am ambos miraron el periódico.

Spreen: necesitamos un lugar cómodo no quiero que ellos sean más afectados por toda la mierda de aquí

Roier: estoy tratando, no encuentro un buen lugar, la mayoria son una mierda, solo queda una tal Isla Quesadilla

Spreen: a esa iremos entonces, si es el mejor lugar pues ahí iremos

Roier: bien...mañana iré por los boletos, en la tarde nos iremos, tenemos que correr antes de que sea noche

Spreen: aun le temes?

Roier: gracias a ese hijo de perra le temo a casi todo, pero ya no será problema, en ese nuevo lugar seremos felices iniciaremos de nuevo

Spreen se quedo en cilencio, conocía la vida de su compañero y todo aquello que dejo, desde que se conocieron ambos se prometieron lealtad, jamás dudarían de sus palabras.

De dio por finalizada aquella platica y ambos por fin fueron a dormir, era agotador siempre correr pidiendo a todo Dios existente por tu vida, si bien ambos se acostumbraron a la rutina de siempre asesinar para vivir, ellos no querían esos mismos destinos para sus amigos, eran su familia y temían por que en algún momento ellos fueran los asesinados.

Claramente el resto de la noche ninguno pudo dormir, el miedo de que el lugar no fuera bueno, de que los chicos no se adaptarán era su mayor pesar, querían la felicidad de los 4, darían lo que fuera por esa felicidad y eso era el único motivo por el cual ahora huían de ese horrible sitio.

Roier apenas cerro los ojos su mente divago por los recuerdos enterrados, el era un príncipe, hijo mayor de un gran pueblo, el fue obligado a casarse con el representante de un sitio llamado "Chafaland" y fue mandado para allá, conoció a gente muy buena como el aprendiz de brujería de nombre JuanGuanizo, o como al joven guerrero Cry.

A pesar de ser obligado el supo amar a Natalan, era su marido, su alfa, pero claro no todo es felicidad, Natalan quería seguir con la vida de soltero, explorar todo el mundo, volar al cielo y llegar después al infierno, pero estando atado con roier y una corona de le fue imposible.

Pronto llego lo inesperado, en una noche de descontrol por parte de ambos Roier quedo embarazado de un niño, uno que Natalan no quizo aceptar al inicio.
El embrazo fue normal, el Dios de aquel lugar el cual tambieran era el padre de Natalan lo atendió y con el mismo dio a luz, un hijo que se parecía a Natalan y a Cry y nada de él, aun haci no le importo y cuido del niño por 5 años, no soporto más tiempo al lado del egoiste rey, tomo sus cosas y escapó sin rumbo alguno.

Llego a Extremo gracias a la ayuda de Juan, comenzó una rutina de supervivencia hasta que conoció a spreen, en una gran pelea, ambos eran como el Ying y el Yang, no tardaron en ser unidos, a pesar de la diferencia de personalidades.

Quizás paso por lo malo pero eso le ayudo a ahora llegar a la felicidad de una verdadera familia, hiria a por mas, esperaba hacer la mejor elección de su vida en esta nueva etapa.

Esperaba que ellos fueran felices con esa nueva etapa.

Al Nivel [ GUAPODUO ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora