11

27 17 1
                                    

Habían pasado unos días desde que hablé con mi mamá con respecto a venirse a la hacienda. Ella no se sentía lista para hacerlo y aunque yo me negara acepté su decisión porque lo único que quiero es que ella se sienta segura de dar el paso de regresar y tenerla aquí conmigo.

Me encontraba sentado sobre una sábana que colocamos en el pasto para tener una especie de Picnic. Mis amigos grababan un video, incluyendo a Daniel. Me sorprendí al ver que bailaba bien, no tanto como Ceci y Lisandro pero, lo hacía bien.
Querían que saliera yo también ahí pero no quería hacer el ridiculo así que mejor me quedé aquí sentado viéndolos a ellos. En dónde si salí fue en una foto que tomamos.
Salíamos sentados en la sábanas viendo a la cámara. No hicimos caras ni nada de eso, simplemente salimos así, "normales"

Me alejé un poco para tomarme la pastilla que me tocaba y cuando estaba por regresar me encontré con Lisandro.

—¡Verga!— toque mi pecho sintiendo el corazón acelerado—. ¿Quieres infartarme?

—No fue mi intención asustarte— intentó no reír. Tal vez le causaba gracia pero a mi me daba terror. No puedo pasar emociones fuerte y viene este y me espanta

—¿Te causa gracia?— su sonrisa se esfumó al ver la seriedad con la que le hablé—. Porque a mi no

—Bueno ya, no es para tanto. No sabía que...

—¿No es para tanto?...— frunzo el ceño y luego sin decir nada se fue—. ¡Coño! ¡Soy un idiota!— fui tras él y lo alcancé. Giro sobre sus talones para verme—. Perdón— sonreí apenado—, no quería hablarte así, tengo muchas cosas en la cabeza últimamente y empiezo a desesperarme. No sé lidiar con todo y me frustro y me aterra todo— confesé pero por la mirada de Lisandro sabía que no entendía nada—. Perdón

—Ya, tranquilo— sonrió de lado—. Yo... yo sé exactamente que es sentirse así— me abrazó y se quedó ahí como queriendo no soltarme. Fruncí el ceño y luego me alejé poco a poco—. Yo quería hablar contigo y como vi que te alejaste de todos me pareció perfecto hacerlo

—¿Hablar conmigo, de qué?— curioso

—Yo no sé si este en lo cierto pero, de lo que si estoy seguro es de esto que tengo atravesado aquí— tocó su cuello—, yo quería confesarte que me enamoré de ti— sonrió y expulsó todo el aire que retenía dentro—. No sé cómo pasó, no entiendo como pásate de ser alguien que se cóleo a mi fiesta a ser... a ser alguien muy importante para mi, Jairo. Y quiero creer que tú, aunque sea en el fondo te sientes igual que yo—- dio unos pasos adelante para tenerme más cerca

Yo ni siquiera sabía que decir. Estaba en shock, no me esperaba esto.

—No sabes cuanto llevo lidiando con este sentimiento. Me estaba ahogando y ya no podía seguir así. Con estas ganas de...— acuno mi rostro y sin esperarlo me besó tan rápido que no hubo tiempo de reaccionar

—Lisandro...

Me dolía decirle lo que yo de verdad creo, no quería romperle el corazón pero tampoco podía  seguir ilusionándolo.
Después de esto me sentiré como un idiota y un patan

—Déjame decirte que me alagas y mucho—sonrío mientras que yo luchaba para tragar mis lágrimas—. Cuando te conocí tampoco llegué a pensar en lo importante que serías para mí y te quiero pero... pero no como lo que piensas. Yo te quiero mucho pero como un amigo y me duele decirte esto pero es que yo no puedo corresponderte. Lisandro yo no soy gay— él asintió leve con su mirada perdida llena de lágrimas que me dejaban saber que le había roto el corazón.

Se fue pidiéndome disculpas y sin esperar respuestas.

Flash Back:

Estoy en mi cuarto—fruncí el ceño—. Quería llamar a Ceci pero no la quiero preocupar y...— sollozó—, bueno ahora no quiero preocuparte a ti pero de verdad necesito que vengas
(...)
—Me gusta eso, que me llames Li
(...)
No me importa, si es de enfrentarme con él lo voy a hacer pero de aquí no te vas y menos con él. Es más, debe de seguir por aquí, lo buscaré y...

—¡NO!— impidió que me pusiera de pie—. No me dejes solo, por favor— suplicó—. Quédate conmigo— no pude negarme a su mirada suplicante.
(...)
. ¿Li?— me incline sin importar mojarme también—. Lisandro... ¡Ey!— abofeteé su rostro y vi sus muñecas como le corría la sangre mezclándose con el agua. Corrí en busca de algo para amarrarle y parar la sangre. Cuando lo hice lo cargué entre mis brazos y lo lleve así hasta mi camioneta.
(...)

Perdón— pidió—. Ayer tampoco supe como manejar todo y mi primera opción fue...— vio sus muñecas vendadas—. Perdón— pidió de nuevo

No hay nada que perdonar pero una cosa nada más— asintió esperando lo que yo le diría—,?eso que hiciste... yo me asusté, me preocupe mucho por ti, no quería que te pasara nada— tomé su mano y me sentí extraño.
(...)

Me siento muy culpable de que estés aquí—menciono sin verme—. Todo esto fue por mi culpa

—No, Lisandro...

—Si, yo te llamé, yo me hice esto— mostró sus muñecas—, y tú te preocupaste tanto que terminaste aquí

—Li...— levantó la mirada—. Tu no tienes culpa de nada— se acercó para darme un abrazo

—¿Te confieso algo?— dijo aún en el abrazo. Asentí—. Me gusta cuando me llamas, Li—término con el abrazo pero no se alejó—. Se te escucha muy lindo— se acercó y dejó un beso en mi mejilla

Fin del flash back

Recordar todo lo que habíamos pasado. Desde el día uno hasta este mismo instante me hizo sentir raro, diferente, extraño pero... lindo. Es algo que no sabría cómo explicar porque se me complica pero es increíble.
Lisandro se había convertido en alguien muy importante en mi vida y cuando creí que lo perdería me asusté tanto que terminé en el hospital también. Fue tan fuerte el impacto de tenerlo entre mis brazos viendo la sangre correr y todo eso que me asusté a tal grado de pensar aunque sea un segundo si él se iba y ya no lo volvería a ver.
Después de la noticia del Doctor, cuando me dijo en el grado de salud en el que me encontraba yo me sentí fatal y con un miedo grande pero apenas supe de él y vi que Lisandro había entrado a la habitación para visitarme toda preocupación se esfumó y me sentí tranquilo.

Me empecé a sentir muy mal y me llené de angustia cuando me di cuenta de algo.
Lisandro había confesado sin pelos en la lengua lo que sentía por mí y yo... yo me estaba dando cuenta de que existe la mínima posibilidad de que ese sentimiento sea mutuo.
Pero eso era algo imposible. Desde que tengo uso de razón me sentí siempre atraído por las mujeres, tuve noviecitas de colegios y tuve a Fer con quien me vi toda una vida juntos.
Recuerdo sentirme nervioso cuando sabía que la iba a ver, recuerdo también cundo sentía toda una revolución en mi estómago de los nervios causados por ella misma. Recuerdo sentirme seguro estando con ella y secar mis manos a escondidas de lo sudadas que estaban. Me ponía feliz cuando la veía, cuando salimos juntos, cuando compartíamos. Me sentí feliz y en calma. Lastima que todo eso se esfumó y creí que jamás volvería a sentirme así de tonto por alguien pero llegó Lisandro y ¡Zaz! Cambio mis planes y ahora resulta que existe esa posibilidad de que también me... me guste

Junto a ti, siempre Where stories live. Discover now