ME ENAMORÉ DE UNA ARMY

9

BTS tenía dos semanas de descanso hasta el próximo concierto, sería el tercero de los cuatro programados.

Decidieron visitar la ciudad para despejarse un poco, estar en las Vegas y no caminar por sus calles era un sacrilegio.

Vieron algunos lugares de interés turístico, contemplaron con administración las preciosas luces que iluminaban un extenso lago, y después fueron a comer a un restaurante.

—Porque siempre estemos juntos —alzaba la copa Jimin.

—¡Porque siempre estemos juntos! —dijeron todos a la vez.

Pasaban muy buenos momentos juntos, ahora habían vuelto de nuevo a conseguir lo que siempre se habían propuesto. Fueron tiempos malos cuando el mundo se paralizó por aquel maldito virus, pero ya todo había vuelto a ser lo de antes y ellos tenían ganas de dejar claro de que pasta estaban hechos. Su trabajo sería mucho mejor...

Pero no era todo trabajo, también tenían ratos de risas y entretenimiento, sus vidas reales se parecían a la de cualquier hombre de su edad.

—Tenéis que concederme mi deseo —dijo de pronto Tae cuando estaban llegando al hotel y todos lo miraron extrañados.

—¿Qué es ahora? A ver con lo que sales ahora, tus ideas Tae dan miedo —dijo Jungkook acercándose a él.

—Os lo dije en el último live, no me creo que se os haya olvidado —dijo Taehyung con misterio.

—Yo sé lo que es —Hobi empezó a reír.

—¿Te acuerdas?...entonces tú sí eres mi amigo, estos ya quedaron descartados para siempre.

Yoongi rodó los ojos. — ¿Vais a decir de una vez de que trata el jodido asunto? ¿O vamos a tener que adivinarlo?

—Se quiere casar en las Vegas —soltó Hobi riendo—. ¿No os acordáis? Lo dijo delante de todo el que nos seguía esa noche de los GRAMMYS en el live que hicimos, "quiero hacerlo con todo Bantang", esas fueron sus palabras —Hobi volvió a reír y Tae se puso a bailar.

—Sip....Sip... él acertó.

Reía y reía tan feliz como era siempre.

Jungkook abrió los ojos y luego resopló moviendo su cabeza por estar presenciando otra locura más de Tae. Todos reían por ver la tontería que al final iban a tener que dejarle hacer.

Pero dicen que no hay mejor amigo que el que sigue tus mayores locuras. Y ahí había seis para seguir con aquello aunque explotara el mundo después.

Se divirtieron un poco más y la semana pasó pronto.

El tercer concierto llegó y todo al igual que los anteriores era algo digno de presenciar, lleno total, todos gritando y ellos tan profesionales como siempre.

Llegaron al escenario e impusieron su baile con una precisión asombrosa, y entre sus canciones hicieron que el fandom gritase sus nombres una y otra vez.

En uno de los bailes Jungkook al dar un giro vio a TN entré el público.

No se lo esperaba y se quedó pensando mientras seguía con el bale con el lugar preciso donde la había divisado. Sabía más que nadie que no podía quedarse mirando el mismo punto mucho tiempo, eso haría que se dieran cuenta que alguien estaba captando su atención.

Las fotos y videos de su rostro atento a algo más de lo debido, pasearía las redes y encendería el mundo de las Jungkookbiased.

¡Maldita sea!, esas eran las cosas que no le gustaban de ser Idol, su vida privada era demasiado cotizada y mucha gente podría hacerle daño, solo por saber que puso sus ojos en una chica. Debía tener mucho cuidado de no cometer esos errores. Los dos saldrían mal parados, aunque TN mucho más que él mismo. Sabía que habría quien la odiaría.

Terminaron la primera parte del espectáculo y con rapidez bajaron del escenario para ir a cambiarse como cada noche hacían.

En ese momento TN estaba con Hiari hablando de sus estudios en la universidad. Esperaban que saliera de nuevo su grupo favorito.

—Ya creo, será difícil pero creo que obtendré buena nota en el examen, lo he preparado bien...

Su teléfono le vibró en el bolsillo, y se encontró un mensaje de Instagram.

Mensaje de jungkook.97.

'Hola TN, te he visto entre la multitud, qué ojo de águila tengo, ¿verdad?... déjame decirte que estoy muy contento que hayas venido de nuevo a vernos, pero si en especial lo hiciste por mí estaría aún más feliz.
No te vayas cuando todo termine, espérame, me gustaría que habláramos en persona, lo estoy deseando"

Le costó un poco interpretar y encontrar una explicación a lo que había leído. Jeon Jungkook, el que estaba arriba del escenario y que hacía gritar a mujeres y hombres de todas las edades, le pedía a ella que se quedase luego para poder verse a solas.

¿Qué estaba pasando? No encontraba una explicación coherente.

—¿Te ocurre algo? —el grito de su amiga que se escuchó entre la música que sonaba ahora en el estadio, la hizo volver a la realidad.

—No...no es nada —le sonrió nerviosa y guardó el teléfono en el bolso, no quería que nadie supiera que estaba últimamente en comunicaciones con Jeon Jungkook. No le gustaba estar engañando a su amiga pero es que no podía decirle aunque quisiera, no estaba preparada para contar algo que ni ella sabía de lo que se trataba.

Salieron de nuevo los siete, BTS estaba en el escenario.

Entonces TN se quedó eclipsada por primera vez desde que los conoció, y como nunca había experimentado, en un Jungkook guapísimo vestido de negro. Sus ojos siempre habían sido para Suga y ahora estaba allí atrapada por aquellos ojos negros que brillaban más que nunca, y con aquella actitud sexi de un chico que se transformaba en el escenario en un diablo rodeado de fuego.

Es como si hubiesen puesto un foco que solo iluminaba en su dirección, cómo si el estadio hubiera sido desalojado y solo él estaba allí en el centro moviendo su cuerpo en un baile que le calentó hasta el alma.

No sabía lo que estaba pasando, pero empezó a hacer mucho calor. Tragó al sentir que la boca se le había secado y el estómago se le había revuelto.

Sus conversaciones entre mensajes lo hacían verse tan tierno, tan juguetón y tan risueño que no podía creer que viera ese dios del Olimpo que emanaba sensualidad y ardor con letras mayúsculas....