𝒄𝒉𝒊𝒏𝒂'𝒔 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆 ; jackson wang

──── ⸙ parlez-moi d'amour pt.2

-¿Cariño? ¿Estás aquí?-preguntó la princesa Cassie bajando de las escaleras de caracol cuidadosamente mientras sostenía su gran vestido.

Pero una vez más, su esposo ya de hace cinco meses, no se encontraba en casa.

Cassie suspiró pesadamente. Desde que se casaron no han tenido una propia conversación, a veces intercambiaban vagas palabras el uno al otro pero solo cuando se hablaba del negocio familiar. Sus tareas estaban divididas entre ambos, Jackson trabajaba aún en el reino de su padre y aprendiendo correctamente todos los protocolos para ser un digno rey en un futuro, mientras que por otra parte, Cassie ayudaba a la gente pobre en China en sus albergues, se encargaba de que las calles y negocios sean adecuados para ellos y que tuvieran la mejor vida para su nuevo pueblo, tal y como lo hacía en Francia.

Y sí. El nuevo matrimonio se había mudado a China, esto para que Jackson pudiera seguir con sus tareas como príncipe heredero al trono de su padre. Cassie no se quejaba de nada, la familia real Wang eran amables con ella, incluso su suegra la ayudaba a aprender a cocinar platillos tradicionales y a veces hablaba con ella en mandarín para acostumbrarla a vivir allí. Toda China creía que eran la pareja ideal, creían que ellos tenían un amoroso matrimonio con la gran esperanza de que pudieran dar a luz a un bebé digno heredero en un futuro.

Pero no era así.

El matrimonio Wang apenas y se veían en el día, Jackson se iba a trabajar en las mañanas, mientras que Cassie salía en las tardes, aunque a veces intentaba quedarse en casa a cumplir sus tareas como esposa ya que ella se había dado cuenta de que era una cultura totalmente diferente, pero que estaba dispuesta a aceptar y respetar.

Había días en los que Jackson tenía el día libre, y sin que Cassie lo supiera, salía a ver a Emily.

Cassie estaba consciente del desagrado que su marido sentía por haberse casado de tal manera, sin embargo, siempre intentaba darle razones para que al menos considerara respetarla como su esposa. Le cocinaba, aprendía el mandarín para comunicarse con su gente y su familia, le daba crédito al trabajo que realizaba e intentaba tener una conversación con él.

Pero era inútil.

-¿Jackson?-llamó Cassie a su marido mientras lo veía entrar por la puerta principal a su hogar, ella se tapó bien con su bata de dormir ante el frío.-¿Dónde… ?

-¿Todavía no te duermes?-preguntó subiendo los escalones sin siquiera mirarla.

Ella, con nervios, entró con él al dormitorio que compartían. Según los padres de Jackson, debían acostumbrarse a dormir juntos como pareja para que así, algún día, puedan concebir un hijo.

-No, lo lamento, e-estaba preocupada por ti. No sabía nada acerca de tu paradero.-comentó en voz baja mientras lo veía desvestirse, por lo que ella abrió sus ojos de sorpresa y quitó su mirada de él.

-¿Preocupada? ¿Por qué deberías estar preocupada? Sólo cumple con tu deber como esposa falsa en público.-le respondió secamente, Cassie sintió una pequeña punzada en su pecho ante sus palabras.

-Lo sé…                                                               

-¿Tienes planes mañana?-preguntó de la nada.

Pero esa pregunta fue una pequeña luz al final del túnel para Cassie, a quien le brillaron sus ojos esmeralda ante su cuestionamiento.

-No, me iba a quedar en casa a aprender mandarín.-le respondió esperanzada.

El príncipe chino asintió mientras se dejaba el abdomen descubierto, en ese momento Cassie frunció su ceño. Había un par de marcas en el cuello y cerca del pecho de su marido.