PARTE 5 - EL BANQUETE

11 3 4
                                    

(Capítulos 9 y 10)

Irene apoyó cómodamente su cabeza contra la parte trasera del carruaje y cerró los ojos. El sonido del traqueteo del carruaje se balanceaba al ritmo de los latidos del corazón de Irene. Su corazón latía con fuerza, palpitando en su pecho.

Antes se había sentido muy nerviosa.

Irene fingió ser indiferente, pero esa era la primera vez que rechazaba la petición de Riel. Mientras lo hacía, su cuerpo se había puesto rígido como un trozo de madera y su corazón latía con tanta fuerza que sentía que podría haber estallado en cualquier momento. Sin embargo, Irene se alegró de haber logrado armarse de valor y defenderse. El sentimiento de satisfacción se apoderó de ella.

Así es como se suponía que debía actuar desde el principio.

Si Irene hubiera estado luchando por sus derechos desde el momento en que sintió por primera vez un indicio de discriminación e injusticia hacia ella, ¿No habría cambiado algo? Irene pensó que tal vez habría al menos una persona parada a su lado.

Pero el arrepentimiento ahora era un desperdicio inútil de su energía.

Irene se dio cuenta de que en lugar de arrepentirse de algo que ya había sucedido, era mejor hacer un plan infalible para el futuro, para no repetir el mismo error.

'Sin embargo, ¿Cómo hago para hacer eso?...'

Se preguntó.

Irene reflexionó durante todo el viaje, pero por mucho que se devanara los sesos, no podía encontrar una posible solución para dejar a la familia Chase para siempre. Irene se planteó si debería vender sus cuadros para ahorrar dinero, pero no tenía tantos cuadros para vender. Su privilegio de salir libremente de la casa tampoco existía, por lo que incluso si quisiera venderlos, necesitaría la ayuda de un corredor.

Sin embargo, se garantizaba que el conde sería informado si Irene utilizara un intermediario porque siempre se le informaría de cualquiera de sus movimientos. Además, Irene no podía pensar en ningún talento que tuviera además de pintar, por lo que no se le ocurrió nada más que ese plan.

'¿Es realmente imposible separarme de mi familia?'

Se preguntó con preocupación.

Ayer Irene envió una carta al vizconde Gertin para romper su compromiso. Sin embargo, el vizconde rechazó su demanda.

Debido a que el compromiso se realizó de mutuo acuerdo, era imposible que una de las partes rompiera el compromiso. En casos graves, si quisieran romper el compromiso, podrían recurrir a los tribunales. Sin embargo, el veredicto del juicio casi siempre sería a favor del hombre. Si fuera así, Irene tendría que casarse con Boris.

'No puedo imaginarme casarme con él. Ese sería el peor de los casos que podría suceder'.

Pensó, pero por mucho que Irene intentó cambiar su situación, al final nada funcionó a su favor. Sus sentimientos de esperanza desaparecieron rápidamente, siendo reemplazados por una tristeza abatida.

Mientras tanto, el carruaje ya había llegado a la mansión de la duquesa Jasmine, donde se celebraría el banquete. El cochero abrió la puerta del carruaje y ayudó con cuidado a Irene a salir del carruaje.

Por un momento, no pudo ocultar su asombro ante la lujosa vista frente a ella. Cuando miró a su alrededor, los aristócratas que entraban al salón con sus amantes o familiares estaban todos en parejas. Irene miró a su lado; estaba vacío. No tenía escolta como el resto de personas.

'Todo está bien. Estoy bien'.

Trató de animarse.

Una gran cantidad de sentimientos de insuficiencia la estaban agobiando, pero finalmente logró consolarse.

LA AMABLE HERMANA MAYOR YA NO EXISTEWhere stories live. Discover now