LA AMABLE HERMANA MAYOR YA NO EXISTE

PARTE 13: Capítulos 25 y 26

CAPÍTULO 25 - LA LLEGADA DE NOËL

- Piénsalo. Yo te dije que te amo todos los días, pero tú nunca dijiste que me amabas. Y, sin darnos cuenta, ignoramos el hecho de que nuestra familia se estaba desmoronando.

Irene se río del fuerte comentario de Boris. A menudo se había dicho a sí misma que debía expresar pequeños sentimientos ya que no podía dejar que sus emociones se mostraran, y nunca había descuidado a su familia. Más bien, estaba harta de la situación de su familia y estaba dispuesta a alquilar un carruaje para cargar todos sus objetos de valor y escapar de ellos.

Sin embargo, él parecía estar criticándola.

'¿Es realmente el Boris que conocí?'

Se preguntó Irene.

Solía ​​susurrarle palabras de amor, acariciarle el pelo con ternura y le prometió que le cantaría una serenata todos los días cuando se casara con ella. Ahora, de pie frente a sus ojos, sólo quedaba un hombre parecido a un demonio con las manos en puños.

- ¡Diez centavos! ¿Eh? ¿Me equivoco? ¡Irene!

Boris exclamó más emocionado.

Él gritó, pero su madre y Riel sólo se limitaron a observar. Incluso los sirvientes lo miraron sin intenciones de detenerlo. Boris parecía dispuesto a repetir esas tonterías nuevamente, lo que la estaba cansando. Al no querer presenciar esto, Irene volvió la cabeza.

Irene quería huir de este lugar, donde no había nadie para apoyarla......

- ¿No dijiste que no te gusta Irene?

En ese momento, los ojos de Irene se abrieron ante la repentina y dulce voz. Boris volvió la cabeza y miró sombríamente al invitado no invitado. Mientras entraba al vestíbulo, miró a Irene y los ojos color oliva de Irene temblaron momentáneamente.

- ¿Qué eres de Irene?

Boris gritó ante la aparición de Noël.

Noël miró a Irene por un momento como para tranquilizarla, luego se volvió hacia Boris con cara fría. Boris se estremeció al verlo.

- Tenemos una relación especial.

Los ojos de Irene temblaron una vez más. Su apariencia era algo comprensiva, como si hubiera leído sus pensamientos... la idea de que quería huir de este lugar ya que aquí no hay nadie de su lado.

Ante las palabras de Noël, el vestíbulo se llenó de silencio por un momento. Entonces la expresión de Boris cambió a una cara sombría.

- ¿Qué? ¿Qué dijiste hace un momento? ¿Irene y tú qué?

Exigió Boris.

- Tenemos una relación especial.

Repitió Noël.

- ¿Es tan difícil entender las palabras?

Añadió en tono de burla.

- ¡No! Eso no es todo. ¿Quién y qué eres tú? ¡Yo soy la persona especial de Irene!

Boris agarró a Noël por el cuello. El rostro de Noël de cerca estaba impecable, pero pronto se oscureció al verse empujado abruptamente.

- ¡Sir Gertin!

Llamó la condesa a Boris, quien, sorprendida por la vista, se levantó de su asiento y lo detuvo.

Incluso si Noël no tenía todavía el título de Gran Duque, ella no sabía qué pasaría en el futuro. Es más, hizo a Boris ir a la mansión para ayudar a persuadir a Irene, pero no pensó que fuera a armar tanto escándalo.