PARTE 17: Capítulo 33 y 40

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PARTE 17

CAPÍTULO 33 - PERSEVERA SIN INMUTARSE

Durante dos semanas, Irene fue al Gran Ducado todos los días, pero El Gran Kristen no se abrió en absoluto con ella.

Quizás fue el camino equivocado. ¿Debería haber apelado desde el principio diciendo que amaba a Noël? Se había arrepentido tardíamente.

Noël no dijo nada, pero ella sabía que el hecho de que El Gran Kristen no abriera su corazón, los estaba agotando a ambos.

- Te veré mañana.

Dijo Irene a Noël.

- Irene. Respeto tu opinión, pero esto también parece ser malo para ti. ¿Sabes lo agotada que estás?

Dijo Noël, observando a Irene con expresión complicada, quien acababa de bajar del carruaje de Noël en la mansión Chase.

La relación se estableció para los propósitos del otro desde el principio, pero no le gustaba ver a Irene cansarse de intentar abrir el corazón de su abuelo, lo cual podría ser imposible. Estaba molesto por la sensación de impotencia de no poder hacer nada más que observar.

- ... Tal vez...

Ante las palabras de Noël, Irene se quedó en silencio por un momento, luego asintió con cara triste.

- Sólo una vez, sólo una vez más. Mañana. Si no funciona, buscaré otra manera.

Aseguró Irene con tristeza.

- ... Entonces es la última vez.

Dijo Noël con aspecto resuelto ante las palabras de Irene. Como si no hubiera más oportunidades, Irene asintió con la cabeza y giró sus pasos con mirada deprimida.

Noël, que miraba los hombros caídos de Irene con rostro complejo, pronto abandonó la mansión del conde.

Al entrar en el vestíbulo, donde todavía nadie la recibía, Irene subió las escaleras con pasos cansados.

- Pensé que funcionaría.

Susurró.

Ella realmente había esperado que, si demostraba que estaba esperando, en algún momento él se voltearía y la miraría. Sin embargo, en más de dos semanas, el Gran Kristen no se había volteado para mirarla ni una sola vez. Se recostó y fue coherente con la postura de no verla.

- Estoy tan cansada.

Susurró nuevamente. Le había dicho a Noël que estaba bien, pero ella también era humana, por lo que era muy agotador ver la espalda de una persona todo el día. Como si estuviera mirando las espaldas de sus padres.

Irene, que abrió la puerta de su habitación con un suspiro, se puso rígida repentinamente.

- ¿A dónde fuiste? ¡Además, te había ordenado de dejaras de dibujar!

En su habitación, su padre estaba con cara de enojo, y en el suelo, el cuadro que había escondido estaba hecho pedazos y puesto bajo sus pies. Los ojos de Irene se abrieron como platos.

- ¿Cómo pudiste...?

Susurró Irene impactada.

- ¿Crees que no sabía que te encontrabas afuera con el Gran Duque Noël Kristen? ¡Te dije que no dibujaras nada como esto, pero ignoraste mis palabras!

Gritó su padre, pero no llegó a oídos de Irene. Sólo la imagen que estaba hecha pedazos y esparcida en el suelo llamó su atención.

- ¡Y si alguna vez vuelves a encontrarte con el Gran Duque o pintas, te echaré de casa!

LA AMABLE HERMANA MAYOR YA NO EXISTEWhere stories live. Discover now