9 | «Yo ya tengo mi ship favorito»

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La mujer castaña vuelve a acomodarnos el micrófono por cuarta vez a Mike y a mí y sale del encuadre siendo apurada por el tipo detrás de la cámara que anuncia que el corte comercial ha terminado.

—¡Muy bien! —dice Silas, el presentador, dando un golpe con las palmas de sus manos—. Sean bienvenidos otra vez a Friday with rockstars, aquí estamos, como ya saben, con los exitosísimos chicos de Moor, la banda que está pegando en todas las plataformas digitales de música.

Mike vuelve a mirarme y yo aparto la vista para no comenzar a reír otra vez. Durante todo el corte estuvimos riendo como idiotas y una vez la mujer se nos acercó a arreglar el micrófono nos vimos obligados a detenernos para no quedar como dos ridículos e infantiles. Está claro que no podemos seguir así, pero la forma en la que Silas alarga las palabras y las muecas de Mike intentando contener la risa hacen que todo mi autocontrol salga expulsado por las ventanas de mi cuerpo y de pronto vuelva a tener quince años y esté riéndome de cualquier estupidez.

—En el bloque anterior nos han contado sobre su forma de componer y como hacen que la inspiración llegue a ellos cuando lo necesitan —Alzo mi vista al techo buscando concentrarme en algo más que no sean los suspiros de Mike—. Ahora, quisiéramos saber, yo y todos los televidentes, qué se sintió de la noche a la mañana pasar a ser estrellas y que sus canciones estuvieran en las playlist de todos los jóvenes y no tan jóvenes.

—Bueno... —Phebe acomoda el micrófono pegado a su mejilla dispuesta a tomar la palabra—. Desde el momento en que supimos que íbamos a estar en el festival como por inercia también nos dimos cuenta de que esa oportunidad iba a cambiar nuestra carrera para siempre.

—Me imagino que debe ser increíble dormirte con diez mil seguidores y al despertarte tener cien mil así como si nada —Silas mira a la cámara sonriendo como si estuviera contando un chiste interno a la gente que está viendo el programa.

—Yo creo que para todos fue como un poco —Lena frunce sus labios—, no sé, quizá chocante.

—Fue exactamente eso —Abraham asiente—. Un choque de realidad, nos dimos cuenta de que por lo que habíamos estado trabajando durante años finalmente estaba llegando a nosotros.

—¿Siempre soñaron con ser estrellas? —Silas alza las cejas—. Hay niños que sueñan con ser miles de cosas y después terminan eligiendo algo totalmente diferente a esos deseos.

—Toda la vida —dice Abraham con seguridad y todos asentimos compartiendo miradas sonrientes—. Ninguno de nosotros se ha proyectado en un futuro haciendo otra cosa que no sea música, al menos no en serio.

—Es realmente hermoso escuchar a las nuevas generaciones tener tan determinado lo que quieren para su futuro —Vuelve a mirar a la cámara sonriendo y Mike me mira abriendo las fosas nasales y obligándome a apartar la mirada al instante—. ¿Ven, señores? No toda la juventud está perdida.

Muerdo mi labio inferior completamente en desacuerdo con sus palabras.

Todos estamos un poco perdidos, pero de eso se trata la vida, de encontrarse, saber quien eres y desde ahí decidir hacia donde quieres ir. No hay un reloj que marque el tiempo cuando de esto se trata, podemos encontrarnos y volvernos a perder tantas veces como queramos, nadie lleva la cuenta.

—Música, shows, trabajo... Imagino que entre todo eso tendrán que encontrar un espacio para el amor...

Desde el público se escuchan murmullos que mi cerebro curioso mataría por saber qué quieren decir. Sé que el romance siempre es algo que a la gente le interesa y, que quieran o no, los mantiene pendientes de cada cosa que hace el artista en busca de cualquier interacción que pueda parecer mínimamente romántica.

Las canciones que quiero dedicarte [✓]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon