05. Cambios pt.1

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Ignorando un poco su pedido, lo primero que hizo Heaven al terminar de leer la carta, fue redactar una para el Presidente de la MACUSA; necesitaba esos permisos urgente. Los nombres de George, Hermione y Regulus fueron plasmados. Otra carta más fue agregada y, al terminar, salió al bosque que rodeaba la casa para buscar a la lechuza.

Caminó intentando no alejarse mucho. El crujir de las ramas y el canto de los pájaros lograron que se relajara. No podía recordar un momento de los últimos dos años en el que pudiera darle a su mente un descanso de lo que la atormentaba.

Una mancha blanca se acercó a ella, y cuando pudo distinguirla bien, se le cortó la respiración. Una lechuza tan parecida a Hedwig volaba en su dirección, la única diferencia era la mancha café en su pecho. Estiró la mano para tocarla y poco después estaba parada en su antebrazo.

–Esto es para ti, por favor entrégalas lo más rápido que puedas –la lechuza picó su mano, como si la entendiera, y se alzó en vuelo perdiéndose entre los árboles.

No perdió más tiempo y comenzó a realizar los hechizos protectores alrededor de toda la casa.

Cave inicium. Salvio hexia. Protego totalum. Protego horribilis. Repelo Muggletum.

Cuando terminó, lo único que pudo notar fue una tenue capa que a partir de ahora los protegería.

Decidió entrar para ir a su habitación y remodelarla a su gusto. En su cama se encontraban sus baúles con todas sus cosas, aprovechando que podía utilizar magia, usó esta para que todo fuera más rápido y sencillo.

Cambió el color de las paredes por un tono verde oscuro; las mesitas de noche  y el escrito cambiaron a negro, igual a la cama y le añadió un dosel. Sus baúles pronto se vaciaron y la ropa se guardó perfectamente doblada. Las fotos que llevaba consigo fueron colocadas de forma simétrica en las paredes y las mesitas. De momento era lo más básico que podía hacer, tal vez lo mejoraría después.

Llamó a Kreacher para que subiera las cosas de Teddy a su habitación, ya que estuvieron ahí lo acomodó en una esquina a un lado de su cama.

«Demasiado lúgubre para un bebé.»

Con esa idea, hechizó la cuna de Teddy; un dosel blanco apareció y fue hechizado para que pareciera un cielo estrellado. La ropa de bebé fue guardada en el mismo lugar que la suya y por último, dejó el peluche de un lobo gris en la cuna.

Otra vez el llanto de bebé comenzó a escucharse por todo el lugar, fue por su ahijado a la habitación de Hermione, quien intentaba calmarlo sin mucho éxito.

–Está bien, Mione, me encargaré de él desde ahora –la castaña se lo entregó.

–Se despertó y no deja de llorar –hizo una mueca–, lo cambié pero creo que tiene hambre.

–Iré a prepararle su biberón –respondió comenzando a salir de la habitación–. Gracias, Hermione.

Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, donde Kreacher comenzaba a preparar la cena. Hizo una ligera reverencia al verla.

–Ama Potter, Kreacher está honrado con su presencia, ¿hay algo que Kreacher pueda hacer por usted?

–Agradecería un biberón con leche para Teddy, Kreacher.

–Enseguida, ama Potter, la ama Black le ordenó a Kreacher seguir todas las órdenes de la señorita Heaven. A la ama Black le gustaría hablar con la ama Potter, se encuentra en la biblioteca.

Heaven, un poco confundida, pidió que le llevase el biberón apenas estuviera listo, y se dirigió a la biblioteca aún con Teddy.

Apenas entró a dicho lugar, el enorme retrato de su abuela, Walburga Black, la recibió. Estaba colgada en la pared sin ninguna cortina que amortiguase su voz.

–Abuela-

–Heaven, ¡¿que significa esto?! –Walburga la interrumpió–. Primero dejas la Ancestral Casa de los Black, después permites que una sangre sucia y un traidor de la sangre se queden contigo, ¡ese bebé es el nieto bastardo de Andromeda! ¿Es que tu padre y yo no te enseñamos valores? Debería darte vergüenza...

–¡Basta! No toleraré ningún insulto hacia mis amigos o mi ahijado, o juro que regresarás a Grimmauld Place. Y parece que olvidaste un detalle, por mucho que te moleste ¡soy mestiza!

Teddy, quien ya se había tranquilizado hace un rato, volvió a llorar a causa de los gritos. En ese momento, Kreacher apareció con un biberón, el cual le dió a Heaven.

–Te dejaré pensar y hablaremos mañana, abuela –abandonó la biblioteca y fue a la sala principal.

Arrulló a Teddy mientras lo alimentaba, el lobito la veía con sus grandes ojos, como si pudiera entender todo lo que pasaba a su alrededor.

–Tenemos una familia un poco rara, ¿no crees?

[•••]

Esa noche se fue a la cama sin cenar, alegando que había sido un día muy agotador y solo quería descansar.

Durante la madrugada había despertado después de una pesadilla, ahora su vista estaba fija en el techo de su habitación, pensando en todo lo que se avecinaba.

La idea de que su familia y amigos volvieran a ser lastimados le revolvía el estómago. El sacrificio de su hermano no sirvió de nada, o al menos eso fue lo que Heaven pensó por un segundo.

Se regañaba a sí misma por eso; Harry era un héroe, él los salvó en más de una ocasión, dió su vida por sus seres queridos, principalmente ella, su hermana.

Las noches desde la batalla le parecían eternas. Dormir ya no era una opción, pues al cerrar los ojos, todas las imágenes de aquel fatídico día la atormentaban. Se despertaba sudorosa y con la respiración entrecortada, las pesadillas nunca se iban.

Una poción para dormir sin soñar sería lo ideal, pero todos sus ingredientes y materiales para pociones estaban en Grimmauld Place.

Queriendo despejar un poco su mente, salió al balcón por primera vez desde que llegó. El paisaje se veía tétrico; árboles y oscuridad era lo único que se extendía frente a ella, o eso creía.

Pudo distinguir una casa parecida a la suya, no muy lejos de donde se encontraba. Las luces del lugar fueron lo único que la oscura noche le permitió ver. Por algún motivo, sintió una rara sensación en el pecho, como un presentimiento.

Decidió regresar adentro, y cuando estaba por cerrar la puerta del balcón, el ulular de una lechuza llamó su atención; era la misma que Kingsley le había dejado. Solo dejó caer una carta en sus manos y se fue.

Sabiendo que no podría volver a dormir, decidió ir al despacho a leer la carta, por si necesitaba responderla.

–Kreacher –el elfo apareció frente a ella–, quédate con Teddy. Estaré en la oficina, tráelo si despierta.

–Lo que la ama ordene, Kreacher solo obedece a la señorita Heaven.

[•••]

"Señorita J. Evans:

El clima no es el mejor en estos momentos, pero no se preocupe, estoy al pendiente de la Meteorología. En cuanto baje un poco la tormenta viajaré con usted.

Referente al motivo de su llamado, no se preocupe por nada, yo personalmente me haré cargo. A más tardar, el día de mañana a mediodía tendrá lo pedido.

Espero logre comprender si no le respondo al instante, las cartas pueden perderse fácilmente entre tanta correspondencia.

Un gusto comunicarme con usted.

Saludos,

D. Jones."

Al terminar de leer la carta, solo pudo entender una cosa.

Había Mortífagos cerca.

Skyfall | Carlisle CullenWhere stories live. Discover now