Skyfall | Carlisle Cullen

07. Cullen

Esa tarde conocieron el pueblo. También conocieron al auror Jaden Orblash, un hombre de semblante serio y pocas palabras.

Por la noche, Heaven se saltó la cena, encerrándose en su habitación y dejando a Teddy al cuidado de su padre.

Su mente volvía a pasarle una mala jugada. Esa tarde, mientras conocían el pueblo, juró ver la cara de Harry en el reflejo de la cafetería por la que pasaron.

No le habría molestado, de no ser porque el rostro de su hermano se veía lastimado y sin vida. Putrefacto.

Esa imagen no se iba de su mente. Y no se creía capaz de cuidar a su ahijado en esa condición. Tampoco podía ver las caras del resto, tan tranquilas y llenas de vida.

Seguía preguntándose porqué su hermano tuvo que morir. Esa no era la profecía que escucharon.

"Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida."

Pero Harry lo logró, venció al señor tenebroso y aún así había muerto.

Simplemente no le parecía justo.

Su hermano hizo un sacrificio, por todo el mundo mágico; pero eso no había servido de nada. Y ahora ella estaba sola.

Pero ese pensamiento también se sentía erróneo, porque su padre Regulus, Hermione e incluso George -quien al igual que ella perdió a su gemelo-, estaban con ella, no la abandonaron.

Ahora estaba recargada en el borde de su balcón, con lágrimas escurriendo por su rostro y un dolor punzante en el pecho.

Era como si las estrellas estuvieran con ella, pues esa noche se veían más brillantes que nunca, llorando a su lado y sintiendo su dolor.

Su mente viajó al pasado, sintiéndose en paz por al menos un momento, recordando al vivaz Harry Potter tal cuál era.

Su sonrisa cuando estaban juntos, las burlas hacia Ron, sus tan deseados partidos de Quidditch. Oh, a ambos les encantaba la sensación de volar en sus respectivas saetas de fuego; el aire moviendo sus cabellos y erizándoles la piel. Las veces que usaban la capa de invisibilidad de su padre James y se escabullían por los pasillos del castillo en busca de cualquier aventura. Hacer enojar al tío Vernon durante las vacaciones.

Un recuerdo en específico llegó a ella; las últimas vacaciones con su tío Sirius y su papá Regulus, junto a su hermano en Grimmauld Place. Harry y Regulus arreglando la casa para Yule, mientras ella y Sirius cantaban desafinados a todo plumón, se sentía cálido y una paz que hace mucho no experimentaban; ni siquiera el retrato de Walburga despotricando en su contra podía cambiar el ambiente. Kreacher preparaba las galletas favoritas de Sirius, a pesar de siempre decir lo mucho que lo odiaba.

"–Heaven, pásame la estrella –Harry le pidió con tono cansado.

–No hay ninguna estrella, Harry, ¡ya busqué y no la encontré!

–Cariño, es obvio que se refiere a mi. Por si no lo recuerdas, soy la estrella más brillante de... –Regulus soltó una carcajada, interrumpiendo su hermano.

–Tienes de brillante lo que Harry tiene de Ravenclaw, Sirius.

–¡Oye, eso es grosero! –exclamó el mencionado–. En todo caso sería, lo que Heaven tiene de...

–Ni se te ocurra terminar esa frase, miope ¡soy tu hermana mayor! Me debes respeto.

–Pero... ¡ah! Eres tú la que siempre se burla de mí, ¿no puedo hacer lo mismo una vez?