Prologue

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Estaba mal. Muy mal.

Pero no podía evitarlo.

Bajó su mirada por el cuerpo de la chica llegando al final de su falda, observando cómo esta se subía cuando se removía inquieta en la silla a su lado, y como ella la jalaba hacia abajo inconscientemente. Imaginó lo suave que se sentirían sus piernas, cómo sería acariciarlas mientras estás lo rodeaban. Cómo se sentirían sus labios alrededor de...

"¿Vamos a estar aquí toda la tarde?" Preguntó ella sacándolo de sus pensamientos. "Tengo mejores cosas que hacer que estar perdiendo mi tiempo contigo."

Y aquí vamos otra vez. Pensó Coriolanus frustrado, cada vez que la chica abría la boca le recordaba lo insoportable que era.

"Créeme, hay muchos lugares en los que preferiría estar antes que aquí contigo." Contestó él, abriendo el libro en sus manos.

"Ninguno de los dos queremos estar aquí, perfecto, se acabó por hoy." Dijo ella levantándose. "Y no te preocupes Snow, no le diré a mi padre."

Coriolanus se levantó de su asiento tomándola del brazo, impidiéndole escapar. "Escucha, Penelope. Pasar tiempo contigo es un castigo para mi también, pero si pusieras de tu parte y prestaras atención, saldríamos de aquí más rápido."

Este había sido un año complicado para Coriolanus, su familia estuvo a punto de perder su hogar, el departamento de su abuela. Así que cuando el señor Plinth, padre de Sejanus y Penelope le ofreció trabajo como tutor de su hija, no dudó en aceptar ya que necesitaba el dinero. Lo había contratado para enseñarle todo lo necesario para pasar su examen de admisión en La Academia, ya que era el mejor estudiante de su clase y además iba un año adelantado a Penelope.

"Está bien, profesor." Respondió sarcásticamente, volteando los ojos. Volvió a sentarse, cruzando las piernas haciendo que su falda se subiera otra vez.

Esta será una larga tarde. Pensó Coriolanus, intentando enfocarse en la tutoría.

Forbidden | Coriolanus Snow +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora