Forbidden | Coriolanus Snow +18

Bad idea

Se había sentido muy bien ponerla en su lugar, dejarla caliente, frustrada y molesta. Pero tan pronto como puso un pie fuera de la biblioteca Coriolanus empezó a preocuparse por lo que acababa de pasar, ¿a dónde pretendía llegar con todo esto? Seguía reprendiéndose a si mismo y prometiendo que no haría nada más con ella. Y cada vez que la tenía en frente mandaba todo al carajo.

Estaba siendo bipolar y arriesgando todo por una simple calentura. No entendía que estaba mal con él pero debía solucionarlo lo antes posible.

¿Penelope diría algo? No lo creía. Ella lo había disfrutado lo suficiente como para mantener la boca cerrada, o eso esperaba él. La única solución que podía pensar en ese momento era hablar con ella, no quería hacerlo, pero necesitaban dejar las cosas claras y asegurarse de que nadie se enteraría de lo ocurrido.

Al día siguiente había hablado con Sejanus temprano antes de la hora de la tutoría y no hubo mención de ningún tema fuera de lo normal, por lo que supuso que Penelope había permanecido callada. A pesar de saber esto entró a la biblioteca algo nervioso, no sabía a que se debía este repentino estado de ánimo pero debía mantener la compostura.

Al abrir la puerta la encontró sentada en la mesa con un libro entre sus manos, parecía concentrada ya que estaba arrugando las cejas y sus labios estaban ligeramente fruncidos, sintió ganas de dejar un beso sobre ellos, pero las reprimió rápidamente. Ella no pareció notar su presencia hasta que él dejó sus cosas sobre la mesa haciendo un fuerte ruido en la silenciosa habitación, Penelope se enderezó en su silla cerrando el libro en sus manos. "Hola." Saludó en voz baja.

Coryo la miró confundido. "¿Desde cuándo me saludas?" No era que le molestara, pero debía ser la primera vez que lo hacía.

Ella volteó los ojos, poniendo el libro a un lado. "Mejor empecemos con esto, necesito terminar cuanto antes posible."

"¿Porqué tanta prisa?" Preguntó él sentándose a su lado. "¿Tienes planes al salir de aquí?"

Coriolanus dudaba que fuera eso, pocas veces la había visto salir de la mansión y siempre estaba acompañada por su familia. Penelope no estaba fascinada con las personas del Capitolio y ciertamente dudaba que alguien allí quisiera ser amable con una persona de un distrito, menos si era recién llegada.

"Nada que sea de tu interés."

Decidió ignorar su mala actitud y enfocarse en dar la tutoría, tenían trabajo por hacer y al paso que iban no progresarían nunca. Conforme la lección iba avanzando Coryo pudo notar que Penelope estaba inusualmente callada, en un día normal ella lo interrumpía cada diez segundos con molestas preguntas o insultos a su persona. Pero ahora estaba prestando atención y siguiendo sus indicaciones sin quejarse, ¿estaría enferma?

La clase terminó mas temprano de lo programado por la falta de interrupciones por parte de ella y apenas habían cerrado los libros Penelope recogió sus cosas para salir apresuradamente de la biblioteca. Coriolanus ni siquiera tuvo tiempo para preguntar que sucedía pero se dijo a si mismo que hablaría con ella luego, todavía necesitaba asegurarse de que mantendría la boca cerrada.

En el pasillo luego de salir se topó con Sejanus. "¿Ya terminaron tan temprano?" Preguntó extrañado.

"Si, tu hermana estaba algo apresurada hoy." Le comentó. "¿Sabes que le pasa?"

Sejanus rió. "Es una ternura, debe estar toda emocionada."

Coriolanus no entendió de que hablaba. "¿Emocionada porqué?"

"Oh, es que le conseguí una cita con Festus Creed." Explicó. "Irán esta noche al club de Pluribus."

Coryo respiró profundamente para no insultar a su mejor amigo, ¿qué diablos estaba pensando Sejanus? Emparejarla con este tipo había sido una total estupidez.

"¿En serio?" Logró decir, luego de pasar su lengua por el interior de su mejilla.

"Me parece adorable, Pennie nunca ha tenido novio y él es un buen chico." Dijo sin darse cuenta de la molestia de su amigo.

Conocía a Festus ya que habían sido compañeros de clase toda la vida y sabía que Sejanus estaba en lo correcto, era un buen chico. Pero Coryo no podía asimilarlo, no entendía porqué le molestaba tanto la situación, pero el pensamiento de ella yéndose con alguien más luego de lo que pasó el día anterior hacía hervir la sangre en sus venas por alguna razón.

Quizo decirle a Sejanus lo terrible que había sido su idea pero se contuvo. "Tengo una idea." Comenzó a contarle. "Ya que tenemos todo este tiempo libre deberíamos ir al club a tomar algo, ¿qué dices?"