¿POR QUÉ LLORAS?

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Me era extraño que una chica desconocida me llamase de madrugada queriendo hablar conmigo de algo "importante". Pero como ya me había desvelado, no tenía otra opción que acudir. Me puse mis zapatillas y bajé. Y entre la oscuridad pude identificar aquel cabello pelirrojo...

—¿Clara?—la miré extrañado.

De repente ella me soltó una bofetada.

—Pero,¿Qué coño?

—¿Cómo te atreves a interponerte entre Sofí e Iván? ¿No sabes que están prometidos?

—Corrigo, "estaban".

Ella se quedó boquiabierta.

—¿Cómo has podido? ¿Sabes los problemas que tiene Sofí? Necesita casarse con él por el bien de ella y su familia.

—Ah,¿Sí? Y,¿Te ha contado ella los maltratos físicos y psicológicos que tiene por culpa de ese tío?—Clara se mantuvo callada—. Ya veo que no.

—Aún así necesita el dinero.

—¿A qué precio? ¿A renunciar su felicidad y serle sumisa a ese capullo y seguir dejando que la maltrate?

—Me preocupo por ella. Si no se casa con él...

—Si de verdad te preocupases por ella respetarias su decisión—la interrumpí—. Desde que salgo con ella, Sofí ya no sufre de maltrato. Yo la protejo.

—Tú no puedes darle lo que necesita.

—Pero puedo proporcionarle felicidad.

—La felicidad no le pagará una casa y comida.

—Pero quizá yo sí.

Clara hizo el ademán de hablar pero selló sus labios. Después de escucharme me arrepentí un poco de haber lanzado esas palabras al aire de manera tan precipitada, ¡Era como si realmente afirmara que yo me casaría con ella! Mierda. Realmente soy malo para hablar.

Carraspeé intentando arreglar lo que dije.

—Quiero decir...—tomé aire—Bueno no importa. La cuestión es que igualmente, los problemas económicos son de sus padres, no de ella. Ella no tiene por qué pagar los platos rotos de los demás. Si Sofí se gradúa conseguirá trabajo donde ganará su propio dinero sin depender del capullo de Iván.

Dicho esto, Clara me fulminó con la mirada. Sabía que la estaba dejando sin argumentos. Lo que me sorprendía era la insistencia en que Sofí se casara con Iván,¿Por qué? ¿Le ha dado igual que Sofí estuviera sufriendo por culpa de ese idiota?

—Yo...—desvió la mirada—No tiene sentido hablar contigo. Debí hablar con Sofí

—¿Para qué? ¿Para que me dejara? ¿Eso pretendes? No quieres hablar conmigo porque sabes que tengo razón.

Clara apretó sus puños y mordió su labio inferior. Se notaba que se aguantaba las ganas de soltarme alguna grosería o golpearme, o ambas cosas. Y sé que ella sabe que yo tengo razón y eso le escuece más.

—Si tanta insistencia tienes, cásate tú con él. Pero no obligues a otro a hacer algo que clara-mente—creí que el juego de palabras subiría el ánimo pero sólo empeoró. Me echó una mirada asesina—no quiere hacer. Si Sofí fuera feliz con él y quisiera seguir adelante con el matrimonio, no me habría pedido salir-remarqué esto último.

Clara se quedó boquiabierta, con los ojos abiertos como platos. Era como si no podía creer que fuera Sofí la que se quiso salir de la relación y "salir" conmigo.

—Así es. Ella me pidió salir, yo no me entrometí. Así que ahora déjame dormir y no molestes, ni a mí ni a Sofí

Hubo un silencio enorme, hasta que al fin después de unos largos segundos, Clara habló sólo para decir una estupidez.

—Ash. Idiota—se dio media vuelta y se marchó.

Creo que me había ganado mi primera enemiga, o quizá la segunda después de Iván. Pero no lo entiendo, Clara debería ayudar y apoyar a Sofí, ¿Por qué querría que se casara con ese imbécil? Y cuando creí que no podrían haber más idiotas en el mundo (aparte de Cristian), van y aparecen estos dos. Ahora me preocupa más Sofí. Por si no fuera suficiente que aún sospecho que Iván esté tratando con ella cuando no estoy, ahora Clara también va a intervenir, seguro. No es que sea de mi incumbencia, pero no quiero que le hagan el lío a Sofí y la obliguen a hacer algo que no quiere. Tengo un mal presentimiento, espero que Sofí sea la suficiente inteligente y fuerte para no dejar que la sucumban. O quizá no mientras esté yo.

A la mañana siguiente, no vi a Sofí ni tuve noticias de ella. Ni un mensaje, ni una llamada... Intenté llamarla yo, pero no lo cogía, saltaba directamente el buzón de voz y los mensajes no le llegaban. ¿Tendrá apagado el móvil? Espero que así sea, porque desde anoche estoy preocupado. Tengo un mal presentimiento. Se suponía que debía centrarme en la clase pero no podía evitar desviarme y mirar de forma discreta la pantalla del móvil para ver si Sofí había respondido a mis mensajes o alguna llamada, pero nada. El único mensaje que tenía era el de mi madre, dándome los buenos días. Que no me desagradaba pero no era lo que esperaba. Las horas se me hicieron eternas. Esto no me pasaba en mi pueblo, y quizá no me pasaría aquí de no ser porque había conocido a Sofi,¿O también sería así? ¿Quién sabe? Sólo sé que mi profesor tiene una voz bastante irritante, una voz que te produce aún más sueño del que ya tenía. Una vez terminado las clases salí afuera y sentí un alivio enorme...

—¡Sofí!—corrí hacia ella y la abracé. Esto le sorprendió tanto a ella como a mí—¿Qué pasó? ¿Por qué no viniste?

—Me quedé durmiendo-bostezó.

—¿Y por qué no atendías mis llamadas y mensajes?

—Me había quedado sin batería. Dios, suenas como mis padres.

No pude evitar reírme porque sería yo perfectamente.

—Espera,¿Estás preocupado por mí?
—dijo en tono burlón.

Era más que evidente que sí, pero no iba a darle la razón. Chasqueé la lengua y desvié la mirada.

—Para nada. Sólo me sorprendió.

—Mentira, estabas preocupado.

—Como quieras.

—Qué tierno.—puso una sonrisa burlona y me guiñó un ojo.

—¿Te entretiene esto?

—Mucho—rio levemente.

—Cómo me alegro—dije sarcásticamente.

Lo siguiente que pasó también fue inesperado. Ella me abrazó... Pero se sintió extraño, fue un abrazo tierno, reconfortante. Rodeó mi cintura y apoyó su mejilla en mi pecho. Podía sentir los latidos de su corazón a un ritmo acelerado. Yo le correspondí el abrazo, la abracé y apoyé mi mentón en su cabeza. Estuvimos así unos segundos, ninguno sin decir nada, pero era tan agradable esta sensación...

—Álex...

—¿Sí?

—Me haces daño en la cabeza.

Me había dejado llevar tanto que ni me di cuenta y me separé de la vergüenza.

—Lo siento...

—No pasa nada-sonrió dulcemente y pude ver una lagrimilla que resbalaba por su mejilla.

—¿Por qué lloras?

Fake loveWhere stories live. Discover now