CAPÍTULO ESPECIAL VI

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Álex


Años más tarde...

El misterio de la vida me sigue pareciendo eso, misteriosa e indescifrable y los caprichos del destino ya que a mi madre en su momento le dejé bastante claro que yo jamás JAMÁS traería una novia a casa y mucho menos le daría nietos. Y pues aquí estoy, llevando a mi hija al altar.

Aún no me lo creía, ¡Es mi niñita, mi princesa! ¿Por qué tiene que casarse y alejarse de su padre? ¿Pretende lastimarme? ¡Ash! Maldito Samuel. A ver, Samuel no es mal chico, de hecho, es todo lo contrario. Dentro de lo que cabe, Emma ha escogido un buen pretendiente.«Pero si le hace algo a Emma, juro que lo mataré con mis manos desnudas.»

Y parece que fue ayer cuando a ella le repugnaba la idea de tener novio. ¡Quiero volver a esa época! Donde mi princesa me llenaba la casa de garabatos y jugábamos juntos. Qué rápido crecen... Quiero volver al pasado. Bueno, no tan pasado, el justo donde Sofí y yo estábamos juntos y mis hijos eran pequeñitos. Qué buenos tiempos... Te odio, vida.

Al llegar al altar, entregué a Samuel a mi princesa. Le di un beso en la mejilla y regresé a mi sitio.«Cómo me gustaría raptarla y cambiarnos de país para que ningún desgraciado me quite a mi princesa». Pero ya es un poco tarde para eso. Al sentarme, Sofí me miró sonriente, burlona. Ella sabe perfectamente lo que pienso, como si me leyera la mente y le hacía gracia. ¿Le hace gracia ver a un padre enfurecido en la boda de su hija porque va a perderla? ¡Ash! Me encantaría quitarle esa sonrisa burlona de una manera... bastante satisfactoria—ya me entendéis—.

Emma y Samuel se casaron justo como Sofí y yo lo hicimos. Ellos estaban indecisos y cuando Sofí les contó cómo nosotros nos casamos, a Emma le entusiasmó la idea. A Samuel todo lo que decía Emma le parecía maravilloso, espero que sea porque la quiere mucho, sino... Lo mato. Se veían demasiado enamorados, supongo que me recuerda a mí con Sofí en la universidad, cuando me quedaba embobado mirándola—y lo sigo haciendo—.

La ceremonia fue bonita. Y al acabar, tras una sesión de fotos, fuimos al banquete junto a la playa. Nos sentamos y Sofí me miró de nuevo como en la ceremonia.

—¿Todo bien, «papá rabioso»?

—Ja... Ja... Me parto—rodeé los ojos—. ¿Por qué en su momento no me dijiste que Emma tenía novio?

—Porque te conozco y sé que hubieras intervenido.

—¡Claro! Emma es mi princesa y nadie es...

—... lo suficientemente bueno para estar con ella—acabó Sofí por mí y enarcó una ceja—¿Qué hay de Jack? Él también tiene novia y no dices nada.

—Es distinto.

—¿Por qué?

—Porque Jack es... Jack. Es decir, lo prefiero con novia, porque cuando está con ella está manso como un corderito. Pero Emma es...

—Álex, deja de ser tan protector.

—Sigo sin creermelo.

—Álex, cariño, aunque yo tampoco quiero que Emma crezca, era obvio que lo haría—Sofí tomó mi mano y la acarició con el pulgar—. Nosotros ya tuvimos nuestra historia. Ahora le toca a ella. Claro que nuestra historia fue mucho mejor—me guiñó un ojo.

Fake loveWhere stories live. Discover now