Efecto Mariposa.

Capítulo VIII.

VIII.

- No te había dicho lo hermosa que te ves así vestida - Comentó Camila mientras el sol comenzaba a salir, acariciando el rostro de ambas chicas y les proporcionaba un calor delicioso. Lauren se sonrojo.

- Gracias - Murmuró en respuesta.

- ¿Por qué te sonrojas? - Preguntó con una sonrisa, su lengua asomandose entre sus dientes.

Lauren negó con la cabeza mientras miraba fijamente el mar.

- No estoy sonrojada - Respondió. Podia sentir su sonrisa burlona y sabia que si hacia contacto visual con ella comenzaria a tartamudear.

Después de unos minutos, Camila se levantó. Ya era hora de irse.

Caminaron de regreso a la carretera, donde Ally estaba esperandolas justo como la castaña le había pedido.

Al verlas llegar, les dirigió una enorme sonrisa y encendió el auto, esperando a que se subieran.

- ¿Qué tal todo? - Preguntó cuando Lauren abrió la puerta.

- Genial - Contestó, con una sonrisa sincera.

Ally colocó el pie en el acelerador y comenzaron a dejar ese mágico lugar atrás. Lauren suspiró y cerró los ojos, no se había dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que se encontró en el suave asiento del auto.

Lo último que sintió fue el sueño apoderandose de ella, un pequeño dolor en la cabeza al chocar contra las piernas de Camila y sus manos en su cabello.

Despertó una hora más tarde cuando el taxi se detuvo tres casas antes de la suya. Camila también se había quedado dormida y Ally estaba tratando de despertarlas a las dos.

- Hola - Dijo con dulzura al verla con los ojos abiertos. - Ustedes dos son imposibles de despertar.

Lauren se sentó.

- ¿Como llegaste? - Preguntó, cubriendose la boca antes de bostezar.

- He traido a Camila un par de veces - Explicó Ally. - Antes de quedarse dormida me dijo que condujera hasta tu casa y aquí estamos - Señaló con la mano la enorme calle llena de lujosas mansiones.

Tardaron cinco minutos en despertar a Camila, que se encontraba en un sueño profundo y abrió los ojos malhumorada.

- Estaba soñando con Ed Sheeran - Gimió con fastidio, provocando la risa de Lauren.

- Lo siento, pero ya debo irme - Informó.

Camila asintió y descendió del vehículo, le dio un fuerte abrazo a Ally y se despidió, caminando detrás de Lauren.

Cuando se encontraron frente a la ventana de Chris, distinguieron a una estresada Alice mirandolas con severidad.

- ¡Lauren! Se supone que llegarias antes. Tuve que convencer a Taylor de que se encerrara en tu baño y fingiera vómitos - Le reprochó con una mueca de disgusto, Lauren dirigió la vista al suelo, con vergüenza.

- Lo siento - Susurró. Camila tomó su mano y le dio un apretón.

- Ven, te ayudo a subir - Dijo mientras caminaban hacia la pared.

Le enseñó exactamente donde poner las manos y los pies, tratando de transmitirle confianza, pero Lauren estaba aterrada.

Así que entraron por la puerta principal, a punto de tener un ataque de nervios, inventando alguna loca excusa que su madre jamás llegaría a creer si las atrapaba.