Capítulo XV.

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XV.

Al abrir los ojos, lo primero que Camila vió fue el rostro de Lauren junto a ella, durmiendo placidamente.

Camila despertó con una sonrisa.

Se sentó lentamente y observó la habitación, lo único que la iluminaba era la lámpara que se había quedado encendida. La oscuridad todavía reinaba en las calles.

Salió de la cama, tratando de no despertar a Lauren y comenzó a dar vueltas por la habitación. Recordó la primera vez que había estado ahí, haciendo exactamente lo mismo, y lo nerviosa que había estado la ojiverde.

El tiempo pasaba realmente rápido. 

Abrió el armario y revisó las prendas de Lauren, haciendo una mueca cada vez que salía una falda horrible que parecía ser de una mujer de 60 años. Al fondo encontró la ropa le había prestado Alice y recordó con una sonrisa lo bien que se veía Lauren ese día.

Volvió a guardar todo cuidadosamente y cerró las puertas.

¿Camz? — Lauren despertó sobresaltada al escuchar las puertas chirriando.

Lo siento, no quería despertarte — Respondió Camila, acercandose nuevamente a la cama. — ¿Cómo dormiste?

Mejor que nunca — Afirmó con una sonrisa. Camila se sentó junto a ella, entrelazando sus manos.

Deberia irme ya — Dijo Camila con tristeza. — Si tu madre me encuentra aquí va a matarnos.

Lauren dejó salir un pequeño quejido.

Pero todavía falta mucho para que mi madre se levante — Contestó haciendo un pequeño puchero al cual Camila no pudo resistirse.

Tienes razón — Cedió finalmente, acostandose junto a ella nuevamente. — Te quiero.

Las mariposas en el estómago de Lauren comenzaron a aletear.

Y yo a ti — Respondió sonrojada. Camila rió al verla de aquella forma.

Voy a besarte ahora, si no te molesta — Informó antes de unir sus labios con los de la chica, sin darle tiempo para contestar.

Lauren acarició una de las mejillas de Camila con ternura mientras sonreia levemente sobre los labios de esta.

Eres tan hermosa Camila — Susurró al separarse de la castaña, mirandola a los ojos. Esta vez fue su turno para sonrojarse y Lauren sostuvo su barbilla cuando trató de desviar la mirada. — Perfecta.

No lo soy — Murmuró avergonzada.

Si lo eres — Respondió con seriedad antes de besarla, evitando que Camila replicara.

Se quedaron en silencio durante unos minutos después de que se separaran. Camila acariciaba la piel de Lauren mientras la última estaba perdida en sus pensamientos.

Camz — La llamó después de un rato. La respuesta tardó en llegar.

¿Uhm? Dijo adormilada.

¿Puedes contarme más cosas? — Preguntó con timidez. Camila elevó la mirada, confundida.

¿Qué cosas?

— Cosas de afuera — Respondió. Camila esbozó una pequeña sonrisa.

Los niños aman los columpios, y los parques de diversiones, ahí hay muchos juegos, algodón de azúcar y palomitas. Antes de que lo preguntes, no es literalmente algodón — Aclaró, adelantandose a la pregunta que surgió en la cabeza de Lauren. — En algunos juegos te dan premios, pero solo si ganas, normalmente están hechos para que eso no pase, al menos yo nunca he ganado un juego.

Efecto Mariposa.Where stories live. Discover now