Capítulo XVIII.

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XVIII.

Aún quedaban algunos autos merodeando por las calles, por lo que no fue muy difícil conseguir a alguien que las llevará nuevamente.

Lauren dejó escapar un bostezo. El parque de atracciones la había dejado algo cansada.

Puedes dormir unos veinte minutos, Lolo — Dijo Camila, viendo como la mayor luchaba por mantenerse despierta. Negó con la cabeza.

Solo estaba viendo cómo es mi cuerpo por dentro — Susurró Lauren, comenzando a quedarse dormida nuevamente. Camila sonrió, recostandose en su hombro.

Lo que tu digas — Respondió, cerrando los ojos, permitiendo que ambas tomaran una pequeña siesta antes de llegar a su último destino.

Le gustaba dormir, le gustaba soñar. En sus sueños Lauren era libre para hacer lo que quisiera, no tenía que escabullirse por la ventana y Clara la invitaba a cenar con la familia como si fuera un miembro más de esta.

En sus sueños no tenían que encerrarse en la habitación, rogando que nadie notara que había alguien acompañando a Lauren, porque en sus sueños tenían que mantenerla abierta, riendo cada vez que Clara les dirigia una mirada de "Mantengan las manos fuera de sus partes" al pasar frente a su puerta. En sus sueños ella era libre para amar a Lauren y Lauren era libre para amarla a ella.

El vehículo se detuvo y el anciano que iba al volante las observó dormir con una sonrisa. Le daba algo de lástima despertarlas, pero aquella escena le recordó que tenía una esposa en casa a la que deseaba abrazar mientras dormía.

Estiró su mano y sacudió suavemente a Camila, quién abrió los ojos al instante.

Lamento molestarla señorita, pero ya llegamos — Informó con una amable sonrisa. Ella asintió, todavía algo desorientada mientras acariciaba el cabello de Lauren.

Ya llegamos, cielo — Dijo con suavidad, llenandole el rostro de besos. En el rostro de Lauren se formó una pequeña sonrisa. — Te tengo una sorpresa.

Camila le extendió el dinero al taxista y le dedicó una sonrisa. — El cambio es todo suyo.

Descendió del auto y dio la vuelta para abrirle la puerta a Lauren, quien aún no se encontraba del todo despierta. — No puedo cargarte, Lauren — Se quejó entre risas. La chica dejó salir un gruñido y colocó los pies en el pavimento, cerrando la puerta cuando su cuerpo estuvo fuera del vehículo. Se despidió del hombre con una sonrisa amigable y un movimiento de mano antes de que el desapareciera en la oscuridad.

Se dió la vuelta, quedando frente a frente con la castaña y le sonrió levemente. — ¿Dónde estamos? — Preguntó Lauren.

Camila la tomó de la mano, entrelazando sus dedos y comenzó a caminar. — Quiero que conozcas a alguien.

Lauren la siguió con nerviosismo. Si Camila quería que conociera a una persona, debía ser importante, y no estaba preparada para eso. Repasó mentalmente todo lo que le habían enseñado sobre modales.

Buenas noches ¿Cómo está?

Extiende la mano, trata de no parecer ansiosa eso se ve raro, no aprietes muy fuerte. 

Sonríe.

No hables muy alto, no hables muy bajo.

Mejor no hables si no te lo piden.

A nadie le interesa escuchar datos sobre la galaxia, en realidad ningún dato sobre nada, manten la boca cerrada.

¿Lauren? — Dijo Camila con una sonrisa divertida. — ¿Estás nerviosa?

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⏰ Last updated: Jun 16, 2016 ⏰

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Efecto Mariposa.Where stories live. Discover now