Capítulo XVI.

1.2K 93 15
                                    

XVI.

¡Dejame ver! — Suplicó Camila mientras Lauren trataba de concentrarse en un aburrido libro que su madre le había traído mientras ella preparaba el desayuno.

Tengo que terminar esto para antes del almuerzo, Camz Respondió sin apartar la mirada de las páginas.

Entonces dime donde la escondiste Pidió, haciendole cosquillas a Lauren para que le prestara atención. — Solo dejame ver la pintura y prometo que dejare de molestarte.

Lauren se retorcia en la cama, inundando la habitación con una graciosa risa.

¡Camz! - Gritó, buscando una forma de tomar aire. — Camz, no puedo respirar.

La pelinegra escuchó unos pasos acercandose a su habitación y empujó a Camila rápidamente, provocando que esta cayera al suelo.

Auch Se quejó, una mueca de dolor se formó en su rostro. Lauren se llevó el índice a la boca, indicandole que hiciera silencio.

Escondete — Susurró. Camila se metió debajo de la cama y la chica recogió su libro, que había terminado en el suelo. Sabia que su madre se encontraba detrás de la puerta, esperando para sorprenderla haciendo algo terrible. Tomó una respiración profunda y regresó a su lectura.

Un segundo después, la puerta se abrió.

¿Que estabas haciendo? Preguntó, entrando en la habitación.

Leyendo — Trató de parecer casual. — Es un libro muy interesante.

Parece que también es muy divertido querida, tu risa seguramente se escuchó en Europa — Respondió la mujer, alzando una ceja. — Sabes que odio que hagan ruido mientras tu padre habla por teléfono, no quiero imaginar lo que pensarian sus colegas.

Lo siento Se disculpó la chica. — No volverá a suceder.

Eso espero — Contestó amenazante, dándose la vuelta para abandonar la habitación. — Y arreglate, ya no eres un niña, no puede andar despeinada y con la ropa arrugada.

Camila rodó los ojos. Quería salir de su escondite y golpear a la mujer hasta que dejara de ser tan irritante.

Escuchó la puerta cerrarse y decidió quedarse escondida un minuto más antes de salir en caso de que Clara siguiera en el pasillo.

Que irritante Murmuró Camila mientras se arrastraba por el suelo. — Ojalá yo pudiera escuchar tu risa todo el día.

Odio mi risa Confesó Lauren. — Es ruidosa y torpe.

Yo creo que es adorable Susurró la castaña, colocandose de pie. Se acomodó la ropa y luego volvió a sentarse en la cama junto a Lauren. — Es la cosa más linda que he escuchado en toda mi vida.

La chica se sonrojó, provocando que Camila riera. Se cubrió el rostro con su libro.

Detente Murmuró avergonzada. La castaña se acercó a ella y retiró el libro, tomando su rostro delicadamente.

Te ves linda cuando te sonrojas Acarició sus mejillas y se acercó a ella lentamente, uniendo sus labios en un corto beso. — Ahora tengo que irme, estamos siendo demasiado indiscretas y la próxima vez no tendremos tanta suerte. Además, tengo cosas que hacer.

Efecto Mariposa.Where stories live. Discover now