Efecto Mariposa.

Capítulo XIV.

XIV.

Esa noche sucedieron dos cosas.

La primera comenzó en el pequeño hogar que compartian Normani, Dinah y Camila.

Dinah dejó su libro y su vaso de café frío a un lado y se levantó del sofá. Tenía grandes bolsas bajo los ojos debido a la falta de sueño y el brillo habia desaparecido de estos.

¿Cómo había terminado todo de esta forma? Lo más doloroso no era que sus sentimientos no fueran correspondidos. Lo más doloroso era que Normani, su mejor amiga en todo el mundo, ya no le dirigia la palabra.

Decidió que necesitaba algo más que un libro y café para olvidarse por un momento de la chica. Caminó hasta el refrigerador y sacó una cerveza, luego sacó su celular del bolsillo, conectandolo a las bocinas, inundando el lugar con su tristeza.

— All I need's a little love in my life

All I need's a little love in the dark

A little but I'm hoping it might kick start
Me and my broken heart — Cantó, seguido de un largo trago. — I need a little loving tonight

Hold me so I'm not falling apart

A little but I'm hoping it might kick start

Me and my broken heart.

Soltó una risa cargada de una mezcla entre sarcasmo y tristeza. — Eres patética Dinah.

Durante un buen rato siguió cantando canción tras canción, bebiendo botella tras botella, permitiendose derramar una lágrima de vez en cuando.

Unas voces en el pasillo la hicieron apagar todo rápidamente, no quería que nadie la viera así.

Tomó las botellas, apagó las luces y se encerró en su habitación.

— No hagas ruido — Escuchó que decía Normani.

— No hay nadie en casa — Contestó una voz masculina. El corazón de Dinah se detuvo por un momento.

¿Por qué había un hombre en su casa?

Escuchó pasos acercandose a su habitación.

— ¿A dónde vas? — Preguntó Normani.

— A esperarte en la cama —  Contestó el hombre. — Supongo que tienes que recoger ese desastre, yo no dejaría que el café ahí mucho más tiempo.

Dinah se golpeó la frente. Estúpida.

— Primero, esa es la habitación de mi mejor amiga y segundo, no entraras a la mía.

Sonrió. Al menos seguía considerandola su mejor amiga.

— Como sea — Escuchó pasos alejandose y se permitió soltar un suspiro de alivio.

Estuvieron unos minutos en silencio, lo único que se escuchaba era el ruido de Normani lavando los platos del desayuno que nadie se había dignado a limpiar y el vaso que Dinah habia dejado en la sala.

Luego escuchó como el extraño y Normani se besaban.

Dinah salió de su habitación, no le importaba que la vieran. Incluso trató de hacer todo el ruido posible, quería que pararan de besarse.

Se dirigió a la puerta principal y la abrió.
— Idiota — Murmuró, seguido de un portazo.

Salió del edificio y su celular comenzó a sonar.