Capítulo XII.

1.1K 106 25
                                    

XII.

Lauren siempre se había sentido como si algo no encajara en su vida.

Tenía una buena casa, una buena educación, talento para casi todo, y una familia que, a pesar de no demostrarle siempre afecto, la quería. O al menos eso creía.

Deberia sentirse completa, su madre siempre le recordaba lo afortunada que era de ser perfecta, pero aún así necesitaba algo más que todos esos libros de medicina que tenia que memorizar, a veces le gustaba, pero otras veces era incapaz de recordar cómo funcionaba el corazón.

Todas las mañanas se levantaba con una extraña sensación de vacío, pero sacudia la cabeza rápidamente tratando de alejar ese pensamiento, olvidandolo por el resto del día. Tenía que hacerlo, su madre se enojaria si lo supiera.

Pero ese día, al abrir los ojos, sonrió como si ya supiera lo que no encajaba.

Ella.

Ella no quería estudiar medicina, ella quería dedicar su vida al arte.

Y no hablaba solamente de la pintura o sus instrumentos.

Porque las personas también eran arte, y ya habia encontrado su obra favorita.

La habitación se encontraba a oscuras, Lauren le echó un vistazo al reloj.

04:25 a.m.

Cualquier persona seguiria durmiendo, pero una vez que la pelinegra se levantaba no había forma de que se volviera a dormir, asi que se estiró un poco y suspiró antes de ponerse en pie y dirigirse al baño.

Cerró la puerta y le colocó el seguro, luego abrió la llave de la ducha y comenzó a desvestirse.

Levantó su mirada y se encontró con su reflejo desnudo, al igual que ella, dejandola sin aliento.

¿Siempre había tenido esas cosas en su pecho?

- Claro que las tenías Lauren, no seas tonta - Se regañó, frunciendo el ceño.

Pero no podía evitar sentirse fascinada, tal vez era el hecho de que su madre siempre le había dicho que aquel cuerpo no era suyo, era únicamente de su futuro marido, y él, solamente él, podría observarla.

Pero ahora que comenzaba a desafiar todas y cada una de las reglas de su madre, ignorando sus ordenes y enseñanzas, su cuerpo parecía estar despertando. Ella estaba despertando.

Se sintió algo temerosa al principio, como si su madre pudiera enterarse de aquel acto tan pecaminoso para ella, como si pudiera verla a través de la puerta.

O peor aún, como si pudiera aparecer mágicamente junto a ella.

Pero luego se sintió estúpida, su madre no tenia poderes, si los tuviera no pasaría horas limpiando la casa, simplemente chasquearia los dedos o daría unas cuantas palmadas y miles de escobas comenzarian a trabajar.

Lauren, deja de pensar en poderes de limpieza.

Volvió a concentrar toda su atención en su reflejo, observando atentamente cada parte de su cuerpo.

Porque era su cuerpo, suyo y de nadie más.

Sostuvo ambos pechos con sus manos y la atacó una duda. ¿Los de Camila también lucirian así? ¿Se sentirian de esa forma entre sus manos?

Se detuvo, alarmada, y entró rápidamente en la ducha, comenzando a bañarse con agua tibia. Pero aquellos pensamientos seguían en su mente.

Comenzó a recordar el sueño que tuvo aquella vez, en el que Camila la besaba y acariciaba.

Efecto Mariposa.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن