Eclipse | Yeferson Soteldo

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Cinzia.

Vamos en auto de lo que queda de camino, ya estamos en Portuguesa, casi en Acarigua, y no me pregunten de dónde Yeferson sacó ese auto, porque no tengo ni la remota idea.

—¡Na'! —Expreso sorprendida al ver mí teléfono—.

—¿Qué pasó? —Me pregunta aún sin dejar de ver la carretera—.

—Tengo que hacer alguna cosita del trabajo, ayy nooo —Hago berrinche haciéndome más chiquita en el asiento del auto—.

—¿Es difícil?.

—No, gracias a Dios no es complicado chamo, porque me mato —Me da un golpe en el brazo—. ¡Ay!...

—Bueno deja de decir que te vas a matar —Se hace el que me regaña—.

—¡Buenos estamos acá con el mismísimo Pablo Mármol...! —Lo empiezo a grabar con mí teléfono—. ¿Cómo haz sobrevivido todos éstos años? Eres de la era del picapiedra.

—Por la Nutrichicha —Dios mío no aguanté y me empecé a reír a carcajadas contagiandolo—. Por este vídeo me tienen que pagar, tú hablando de la Nutrichicha ¡No puede serrr....!.

—Es que de tanto escuchar eso por todos lados se me pegó —Coloco el teléfono a la esquina del vidrio del auto para grabar todo lo que hablamos—.

—Te entiendo Soterdo —Me mira burlón me empiezo a reír—. Me voy a tatuar eso aquí —Muestro una parte de mí brazo, suelta una carcajada—.

—Cállate Cinzia —Me toma la mano en broma para que deje de decir pendejadas—. Chamaaaa, tuvo potente lo de...

—¿Qué?.

—¡TRAKAAAAA! —Pega ese grito en modo sensual—.

—No puede ser —Me tapo la cara mientras el se ríe a cántaros—.

—Mana —Se sigue riendo—. Llegamos...

—Gracias a Dios porque no aguanto tus loqueras...

—¡Y yo si me tengo que calar las tuyas! —Se cruza de brazos en su sitio viéndome—.

—¡Claro!...

—Mira te recuerdo quién soy yo.

—Si yo sé quién eres tú, ¡SOTERDO! —Le digo casi que en un grito mientras yo me río, me toma por los brazos para quedar indefensa y así poderme abrazar—.

—¡Te extrañé!.

—¡Yo! —Le correspondo el abrazo—.

(...)

Mis nervios aparecieron en todo mis sistema al ver que ya íbamos a enfrentar ésto, no sé cómo reaccionarán, el que más me preocupa es Fabricio.

Toco el timbre a mí lado está Yeferson, veo la casa, me trae tantos recuerdos, se abre la puerta dejando ver a mí mamá de una se abalanza a mí con una gran sonrisa.