Eclipse | Yeferson Soteldo

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Cinzia.

Todos sabemos que Santos fué el club que hizo crecer aún más a Yeferson, por eso su amor...

Es cómo Messi con el Barça, poniendo ese ejemplo para que tengan una idea más cercana.

Después de ese día estaba alegre pero a la vez desanimado, así que de milagro no me vestí de payasa para no verlo triste.

No puedo creer cómo me tiene este hombre.

Es 27 de Diciembre, sí ya pasamos la navidad, ese día tan mágico para nosotros dos, fuimos a una cena los dos, fué el cuál me invitó, pero cuando llegamos a casa con mí familia y amigos le tuve unos regalos.

Sus ojitos brillar por lo que le regalé, no tiene precio.

El salió a correr mientras yo estoy hablando con Nieves y Maite me vinieron a visitar, bueno Maite porque Nieves está con nosotros desde un principio igual que Wilmers, esa pareja me empalaga.

—¿Maite quieres agua o jugo? —Le pregunto antes de pararme del sofá—.

—Chama es obvio que jugo, no me voy a perder tremenda oferta —Nieves y yo soltamos carcajadas...—.

Uy hermano, cuándo me levanto del sofá, estaba casi que me caía, toda mí vista se puso negra.

—Bendita anemia —Escupo con rabia en un tono bajo—.

—Cinzia... —Nieves me nombra en un tono que en realidad no me gusta, es cómo si me estuviera diciendo "Mosca, ¿Por qué estás así?"—. Ésto está muy raro, ya llevas días así.

—Es normal —Le digo cuándo voy a la cocina y rápidamente le traigo el jugo a Maite—.

—Mira que eso decía yo cuándo estaba embarazada de Mía —Miro a la bebé que está con nosotras durmiendo en su cuna—.

—No, 'tas mal... —Empiezo a pensar, ¿Desde cuándo no me baja...?—.

—¿Ya tienes tus doce, doce? —Indaga más Nieves—.

—Chama... —Mí susurro es lo suficiente para que ambas se alarmen—. ¡Loca no me baja desde hace dos meses y pico! —Me altero—. ¡Ay Dios!.

—Ya vá, ya vá... Cálmate —Maite se levanta rápidamente a echarme aire con sus manos para que me relaje—.

—¡Chama no puedo estar embarazada... Mierda loco, estoy embarazada! —Yo sé que Nieves se quiere reír por mis palabras y expresiones corporales—.

—Aún no sé sabe Cinzia. Nieves anda y compra varias pruebas —Ella sale cómo alma que lleva el diablo de la casa...—.

—¡Manaaaaaa! —Me desespero tumbandome en el sofá por completo—. Sí estoy embarazada que nombre le pongo, ¿Limón, lechosa...? ¡Ay yo no seeeee! Porque después me le hacen bullying en la escuela y en cualquier parte —Veo a Maite aprieta sus labios para contener la carcajada—. Siento que soy muy joven aún.

—25 años Cinzia —Me recuerda, le asiento—. Cinzia, sí lo estás no te preocupes, así me pasó a mí, cómo madre primeriza uno se vuelve loca pero déjate llevar por el proceso no te preocupes por nada, porque todo va a salir bien... Pero dime ¿Es de Yeferson? —Ya la veo mal—.