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Cinzia.



Él se va a ver otras cosas de la casa, yo veo cada detalle, tanto tiempo sin entrar acá, cómo en mí casa y aquí, hay muchos recuerdos, empiezo a subir las escaleras para encontrarme con su habitación, abro poco a poco la puerta.

Sigue igual, mí mirada cae en ese lugar, justo en el centro de toda la habitación, el día en que sucedió todo, me veo a mí entrando en la habitación con una impotencia y dolor.

Escucho sus pasos acercarse.

—¿Cinzia? —Dice mí nombre extraño, quito mis lágrimas pero el me vió—. Ay Cinzia.

Me viene abrazar fuertemente, quedamos un buen rato abrazados, para que el después me limpie las lágrimas y me dé un beso por la comisura de mis labios, me tomó por sorpresa pero admito que obvio me gusto, solo le sonrío.

—Tantas cosas plasmadas en ésta casa —Le digo viendo cada detalle—.

—Cómo la de tus padres —Asiento—. Una vez pensé en venderla, pero no pude al saber que aquí hay muchas cosas plasmadas cómo tú dices. Será remodelarla.

—Buena idea... —Algo llama mí atención, es un libro que está en la mesita de noche—.

Su mirada cae en mí, en mí atención, que raro ese libro ahí solo, después de tanto tiempo, ¿Por qué no se lo llevó?.

Llego hasta él y lo tomo, es un gran libro en sí, su portada es de un cuero negro, pero más llama mí atención el título que tiene, Eclipse.

Él me vé un poco sorprendido, será que no se acordaba que lo dejó aquí, lo abro.

Página uno: El Día Que Te Conocí.

11 de Enero del año 2016, mí día es igual a la de todos los días, suena el timbre a un paso tranquilo llego al salón de clases junto a mí amigo, al pasar algunos minutos la puerta se abre dejando ver a una chica.

Esa chica, nerviosa, se le notaba su nerviosismo en sus ojos. El profesor le dice que llega tarde pero aún así que tome asiento, ella solo asiente, algunos compañeros le silban y todo pero ella está concentrada en buscar un asiento, me da un momento la espalda, tomo el lapicero para así alcanzarla y poder tocarla en su pierna con la punta del lapicero llamando su atención.

Le ofrecí mí puesto que tenía a mí lado. Me hacía el que estaba muy concentrado en la clase, pero la realidad era otra, no sé porqué me llamaba la atención en ver lo que hacía, en su actuar...

La defendí en un momento, al ver cómo un chico la molestaba, mismo que nunca tuve un buen pasado, ni un buen presente, dudo que un buen futuro, le recomendé que no se acercara a él, por su bien, pero aún no sé porqué lo hice.

Se presentó, un nombre que por primera vez lo escucho, y déjenme decirle que es muy hermoso, apellido creo que origen Italiano si mal no me equivoco, estaba casi por decirle el mío pero justo la profesora de Física entraba cortando nuestra pequeña conversación.

Empezamos a salir todos de la clase, pensaba si en ir o no a terminar de presentarme, pero elegí que sí, es por eso que me acerqué y sin más que decir me presenté, su sonrisa sale a flote, algo que me dejó viendola un poco más pero lo pude disimular, eso creo yo.

Y pensar que ese día nos iba a traer muchas cosas, sí "Nos" porque ambos supimos que éramos cómo la luna y el sol, ¿Y por qué no volvernos un Eclipse?.




No hace falta seguir leyendo, hizo un libro de nuestra vida, un libro, no sinceramente no me lo creo.

—Cinzia te lo puedo explic... —Levanto mí mano en señal de que se calle—.

—¿Cuándo empezaste hacer ésto?.

—Desde el día uno... Yo sé que estuve mal, es raro eso per...

—...—Lo vuelvo a interrumpir—. ¿Lo terminaste?.

No porque nuestra historia nuca terminó —Me mira, es imposible no enojarme con él, voy y lo abrazo—.

—Todo está bien, no te preocupes, solo quedé en shock, tú haciendo un libro para completar de nuestra vida —Sigo viendo cada detalle del libro—. Entonces verdaderamente somos la luna y el sol... —Lo veo—.

—Sí, a menos de que tú no quieras se mí sol...

—Sí lo quiero ser, ¿Y tú mi luna?.

—Es obvio —Se acerca más a mí, para ver también un poco del libro, señala el último párrafo de la primera página con su dedo—. Entonces, ¿Nos convertimos en un eclipse otra vez...?.

Es hora no...

Le digo eso tranquilamente, no lo estoy viendo pero juro ver qué tiene una gran sonrisa, esas mismas que me encantan, hasta que por fin me decido verlo, si tal y cómo lo dije así está.

—¿Beso? —Mira mí boca—.

—No sé, déjame preguntarle a ese tal sol —Me hago la tonta—.

Él se ríe bajo, me toma el mentón para que de un momento a otro sus labios choquen con los míos.

Hoy digo, hoy declamo que soy adicta a sus besos, nos separamos al ratito de ese dulce beso, ambos con una sonrisa.

—¿Te quedas ésta noche conmigo acá? —Me propone en son de pregunta—.

—Sí es lo que quieres, además creo que alguna parte de mí familia se va a quedar así que hasta mí habitación va estar colapsada —El se ríe—.

—Me preocupa es Fabricio —Acaricio sus brazos los cuáles me tienen rodeada por la cintura y yo recostada a la mesita—. Cuándo digo que cambió por completo es porque lo hizo.

—Su físico, personalidad, demás... Pero Yeferson, es el cambio que todos hacemos, pero muy en el fondo es el mismo.

—Espero que en ese fondo me siga queriendo cómo un hermano —Hace una mueca—.

—Claro que sí —Lo abrazo para que me dé de su calor—. Pronto van a volver ser ese dúo esquizofrénico, ya verás...

—Y contigo, el trío esquizofrénico —Ambos soltamos risitas, me vé pícaro para después robarme un beso—.

—¡Ey!.

—Loviu —Reímos más por su mala pronunciación de su inglés—.

—Lo tuyo es el portugués.

—Sí lo sé —Me causa gracia, el mismo lo confirma—.

Cómo me encantas Yeferson Soteldo Martínez.







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By: Laqueendevzla 💘.

Eclipse | Yeferson SoteldoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora