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Cinzia.







Saliendo del baño ya preparada, es un nuevo día... Toda mí atención está en el libro que hizo Yeferson de nosotros, es por eso que hasta salgo del baño con él.

—¡Cinzia cuida'o! —Me asusto a muerte por su grito—.

—¿Qué te pasa?.

—¡La pata de la si... —Ya era tarde—.

Comprendí todo, me estaba advirtiendo que no me chocara con la silla, justamente tenía que estar descalza eso era lo único que me falta para estar completamente preparada, mí dedo chiquito del pie, que dolor.

—¡Cebolla! —Me dejo caer en la cama, mientras el se retuerce de la risa—. ¡¿Te burlas de mí?!.

—Es que tú no colaboras —Se sigue riendo, yo creo que hasta más—. ¿Cómo es eso de "cebolla"?.

—Sabes muy bien que no soy de groserías...

—De verdad que no lo eres porque sí yo estuviera en tu lugar se me fuera caído la biblia —Se pone más serio ante la situación—.

—Yeferson dime algo —Lo veo con los ojos entrecerrados—.

—¿Qué?.

—¡TRAKAAAAA!.

—¡Mira pea'zo 'e pendeja! —Se lanza sobre mí para hacerme miles de cosquillas—.

—N-No... Yeferson... No respiro, ¡Para! —Hasta que por fin para de hacerme cosquillas—. No de verdad, lo que te quería de decir era ésto...

Le muestro el libro pero el último párrafo del primer capítulo.

—¿Qué pasa con el párrafo? —Lo vé—.

—¿Cómo sabías que nosotros nos íbamos a convertir en un eclipse? —El me vé con una sonrisa incluida, sin contar que está sonrojado—.

—Bueno... Eh... Pues, la verdad es que no sé, presentí que sí, y así lo hice. No me equivoqué nunca.

Hay que ver cómo es el tiempo ¿No?. Recuerdo el día uno al pie de la letra —Me dejo llevar por mis pensamientos al hablarle sobre ésto—. Un nuevo cambio de mí vida, súper nerviosa tanto así que ni sabía cuál era el salón de clases y llegué tarde —Suelto una risita, el solo me vé atento a mis palabras cómo siempre—. De verdad que sí no me fueras brindado de tú puesto que tenía a tu lado, no me imagino mí vida sin tí.

Mis ojos llegan a cristalizarse, empiezo a estrujarme las manos por la ansiedad leve que estoy teniendo en éste momento.

—El infierno que viví cuándo tú te fuiste —Ya mí voz se quebró, es que éstos temas siempre me van a afectar—.

Su abrazo llega hasta mí, no dice nada, solo me abraza, ese abrazo que el mismo sabe que me trae paz, me da apoyo.

—Me da miedo Yeferson, me da miedo ver cómo llegue a ser una mujer muy débil —Le digo escondida en su cuello—.

—Amor, no eres débil —Me llega a ver, el abrazo se disuelve un poco—.

—Sí lo soy...

Eclipse | Yeferson SoteldoWhere stories live. Discover now