Eclipse | Yeferson Soteldo

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Cinzia.

Mañana es el día, Yeferson salió con sus papás que han estado aquí por éstos días de fiestas.

Yo estoy terminando algunos detalles en la casa, acomodando todo junto con el hermano de Yeferson, o sea mí cuñado Juan.

—Cinzia, ¿En dónde pongo ésto? —Me muestra una cajita—.

—En la habitación te lo agradecería —El asiente para subir las escaleras con la cajita en manos—.

A ver, un día antes de ver qué la prueba saliera positiva al día siguiente sea cómo sea fuí a mí ginecóloga... Sí me dijo que tenía dos meses y medio de embarazo.

Bueno me dió la rutina que ahora tengo que hacer por nueve meses...

—¡AH! —Escucho un grito, es Juan porque más nadie está conmigo—.

Me apresuro en ir hasta la habitación, ay Dios mío...

—¿¡Estás benditamente embarazada!? —Tiene la prueba de embarazo en su mano—.

—Te lo puedo explicar...

—¿Explicar qué chica?... ¡VOY A SER TÍO, AHHH!.

Su alegría hace que vuelva a respirar con normalidad, hasta me pongo a saltar con él... Sonrío en grande cuándo veo que lágrimas salen de sus ojitos marrón claro.

—Gracias Cinzia —Me abraza—. Gracias hacer felíz a mí hermano, y bueno a todos, ahora con ésta nueva noticia —Río bajo—. Gracias por hacerme tío.

—¿Será que digo a la orden? —Soltamos carcajadas—. Ay Juan, sabes que Yeferson es todo para mí. Perooo, por ahora te me queda Yeison —Hacemos la pose del meme, para luego reír—.

—¿Mañana se lo vas a decir, o cuándo?.

—Mañana, me enteré el 27, ¿Crees que el bebé llegó en el tiempo justo?.

—Llegó en el tiempo perfecto, cómo cada bebé llega a éste mundo por más que no estés preparada —Asiento—.

En eso se escucha un auto, ya llegaron, bajamos la escaleras para encontrarnos a la familia Soteldo, bueno aunque ya la mamá no es de Soteldo.

—Ya llegaron —Dice Juan—.

—No, llegué para decir que nos falta algunas cuadras para llegar —Le dice con falsedad Yeferson a Juan, éstos son unos personajes cada vez que están juntos—.

—Pendejo...

—Idiota.

—¡Ay bueno ya! —Los manda a callar su mamá—. Querida —Viene abrazarme a mí, así lo hacemos—.

—¿Cómo estás María?.

—¡Muy bien!... Y veo que tú igual.

—Estás en lo correcto —Reímos—.

—¡Mí nuera querida!...