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Cinzia.




—¿Ma, y Yeferson? —Le pregunto al verla en la cocina—.

—Salió a recibir una llamada, está en el patio trasero —Le agradezco, para ir hasta dónde me dijo que está—.

Es 21 de Diciembre, cada vez más cerca de la navidad. Llego al patio trasero de la casa de mis padres, está el con su mirada perdida hablando por teléfono.

Creo que ya cortan la llamada, así es, cuándo me vé suelta un suspiro.

—¿Todo bien? —Esquiva mí mirada—. ¿Yeferson?.

—Bendita sea tú mirada —No tengo porqué reírme—. Te tengo que decir algo, es con respecto al club.

Toma mí mano para que nos sentamos en una de las sillas que acompañan a la piscina.

—¿Y? —No dejo de verlo, lleva mí mirada hasta mí...—.

—Ya llegó mí fecha con el club...

—¿Te retiras? —Lo veo impresionada—.

—Sí, me fichó el Boca Juniors —Hace una mueca—.

—¿Por qué la mueca?... No deberías de estar emocionado por eso.

—Sí, pero es que por más que sea, tantos años en el Santos que todo me trae nostalgia.

—Así es la vida, son cambios que por más que no quieras van a pasar, algunos buenos, algunos malos, pero siempre con la cabeza en alto y seguir adelante —Me vé aún más—. Eso te hace crecer cómo persona...

—No sé cómo lo haces.

—¿Qué?.

—En cada situación tener una palabra exacta.

—Para eso tenemos cerebro, vé, analiza, exprésate, vé la vida y así sucesivamente. Siempre tendrás algo que decir, y más si se trata de ayudarte amor —Me abraza—. Ahora te mudas para Argentina —Ambos sonreímos—.

—Sí, soy parte del club que tanto hemos hinchados los dos, sí se trata de un club en Argentina —Asiento—.

—Mí jugador favorito del Boca es Maradona, pero contigo allí adentro, ahora lo eres tú —Le soy sincera se logra sonrojar—.

—¿Quieres ser salir conmigo en la noche...?.

—¿Y eso?.

—Ah no pues —Me mira mal—. Ahora no te puedo invitar a algo —Hace berrinche haciéndome reír—.

—Claro, sí es contigo sí.






•••





—Fabri, ¿Este o este? —Le muestro dos labiales, uno rojo sangre y el otro rojo mate—.

—Rojo sangre, así no se aguanta y te come la boca —Abro la boca, mí mamá le da un golpe en la cabeza haciéndolo reír—.

Eclipse | Yeferson SoteldoWhere stories live. Discover now