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— No creen que Gojou-sensei muestra su cara más seguido? — Dijo Nobara.

El trío dinámico de primer año se encontraba sentado en una banca comiendo algo de helado para capear el caluroso verano de Tokio, acaban de terminar un encargo. Tanto Fushiguro como Itadori desviaron la vista en dirección a la chica debido a su comentario.

— Yo también lo he notado— Añadió Fushiguro— generalmente se cubre con la venda negra, pero desde hace un par de semanas solo esta usando esas gafas
circulares—

Itadori escuchó mientras mordía el helado, sus dos amigos se mostraron algo pensativos.

—¿Acaso no es bueno? — Preguntó Itadori.
—Por supuesto que no— Respondieron los otros dos a coro.
—No lo sabes por que no estuviste en la instrucción de la semana pasada. Pero es un problema que sensei muestre su cara en público — Comenzó a explicar Fushiguro — Es simplemente una molestia— Luego soltó un suspiro.
—¿Por que? Si se sensei es muy guapo, no veo lo malo —

Nobara y Fushiguro vieron a Itadori por un momento, Fushiguro le observó con su acostumbrada estoicidad, pero su expresión decía claramente que estaba siendo ingenuo. Nobara por otro lado estaba haciendo una mueca de desagrado y luego chasqueó la lengua.

—Pronto entenderás a que me refiero — Dijo a chica poniéndose de pie — Regresemos, este calor me arruinará el maquillaje —

Y pasaron un par de días hasta que Yuuji pudo entender a que se referían.

Durante la próxima misión, Satoru acompañó a los chicos para supervisar, fue entonces que el molesto fenómeno al que se referían Nobara y Fushiguro se manifestó. Se estaban retrasando por que un grupo de chicas rodeaban a Satoru pidiendo fotografías, aparentemente pensaban que era un modelo de revista o algo así debido a su aspecto y atractivo. Satoru no se negaba, solo reía con ellas y posaba con desplante para las selfies que las chicas se sacaban con él.
Itadori contempló la escena desde la distancia, ciertamente era muy propio de la personalidad juguetona y burlesca de su sensei no tener vergüenza, de tener la seguridad sufiente como para sacarse fotos de manera casual con desconocidos. Si, no le extrañaba su comportamiento, era sabido que Gojou-sensei tenía un ego elevado tanto como hechicero y por su atractivo, aún así, y sabiendo que Gojou-sensei incluso llegaba a disfrutar de esas cosas, Itadori sintió algo extraño, una incomodidad que no sabía reconocer de donde venía... Él mismo le había dicho que era un desperdicio no mostrar su cara, quizás sensei solo había tomado su consejo.

Luego de aquel contratiempo el grupo de primer año se encargó del trabajo asignado. En esta ocasión se trataba de una maldición de grado 2, por lo que requirió cuidado y buena coordinación por parte de los chicos, estas maldiciones serían ser más inteligente, podían entender la situación e incluso pensar una estrategia, sin embargo, Itadori se comportó de un modo poco habitual, no es que no estuviera siendo cuidadoso, pero estaba siendo algo más agresivo en su modo de atacar, la energía maldita que desprendía era más intensa de lo normal. La estrategia era distraer y llamar la atención de la maldición con los Shikigamis de Fushiguro, confundirlo para encontrar una abertura, Nobara lanzaría el primer ataque sorpresa para infringir la mayor cantidad de daño posible, si este era efectivo Itadori se encargaría de hacer el remate final. Este último se saltó completamente la segunda parte del plan. Se adelantó a Nobara dejándola atrás mientras ésta bramaba indignada. Itadori atacó con sus puños destruyendo parte del contrincante, este logró esquivar un golpe fatal en un inicio, pero Yuuji no tardó en alcanzarlo como un animal salvaje hasta acorralarlo y arremeter contra él sin ninguna contención.

— Fiuuuuu~ Hoy estas ardiendo, Yuuji— Comentó Satoru acercándose a Itadori — No le diste tregua ¡Eso fue bastante bueno! —

Satoru palmeó la espalda del chico, este solo asintió sin añadir nada más.

— ¡Sensei! ¡Debería estar regañando a este estúpido en lugar en lugar de felicitarlo! ¿i Qué sentido tiene trazar una estrategia si no es capaz de seguirla!? — Irrumpió Nobara hechando chispas — Lo que hizo fue verdaderamente estúpido—
— No pasa nada~ Solo significa que Yuuji confía en su fuerza. Eso no tiene nada de malo — Respondió de manera despreocupada — Eso solo demuestra que Yuuji solo se ha vuelto más fuerte
— Pero es extraño, Itadori nunca se comporta de esa manera — Intervino Fushiguro, esta vez se dirigió al pelirosa — ¿Que sucede, Itadori? Siempre eres cooperativo y sueles confiar en nosotros... hoy parecía que te estabas desquitando por algo —

Fushiguro no estaba alterado como la chica, pero era evidente que había preocupación en sus palabras.

— En eso creo que tienes razón, Megumi— Dijo Gojou, ahora el albino también se dirigió a Itadori— Y bien, Yuuji ¿Puedes contarnos que sucede? —

Itadori desvió la mirada sutilmente, mostrándose algo apenado, lo que decía Fushiguro era verdad, esa actitud no era propia de él.

— Lo siento,chicos... Yo no volveré a dejarme llevar. Solo tengo en mente algunas cosas, pero no sé preocupen, no hay nada malo con ustedes. De verdad lo siento mucho — Respondió Itadori, hizo una reverencia, inclinándose un poco más de lo normal, demostrando que sus disculpas eran sinceras.

Y con eso, el asunto volvió a la calma entre los tres de primer año, Satoru se mostraba satisfecho con el vínculo de confianza que los tres estaban formando entre ellos, más que compañeros de estudio en hechicería, esos tres estaban uniéndose como camaradas, como una pequeña familia.

Pero había un detalle que por supuesto Gojou no pasó por alto, Yuuji estaba evitando mirarlo a él. En una situación normal si sus miradas se cruzaban normalmente se sonreirían mutuamente, pero ahora no era el caso. Yuuji no lo estaba mirando y de hacerlo lo hacía de reojo y apartaba la mirada rápidamente sin lograr conectar con la suya. Tal como dijo Yuuji, aquello que tenía en mente no tenía que ver con los otros dos, al parecer tenía que ver con él ¿Qué podría estar sucediendo? Lo averiguaria, eso sin duda.

El regreso a las dependencias de la escuela transcurrió con normalidad, ya era tarde, por lo que cada uno se disponía a retirarse a sus cuartos.

— Yuuji, quédate un momento, necesito hablar contigo — Dijo Satoru poniendo su diestra sobre el hombro de Itadori.
— ¿Va a regañarme por lo de hoy? — Itadori hizo algo parecido a un puchero — Ya me disculpe, y no volverá a ocurrir.一
— Oh, no Yuuji. No es nada de eso — Respondió el maestro quitándose los anteojos negros, dejando su rostro completamente libre — Solo quiero confirmar una cosa —
Añadió guiñandole un ojo— Ven conmigo. Hablemos en un lugar más privado—

¡Todo es culpa de ese sueño húmedo! [Goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora