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Itadori no se entendía a si mismo, no desde el último encuentro con Gojou, tenía sensaciones encontradas y eso le generaba algo de ansiedad, para colmo su maestro se encontraba fuera del país por trabajo y no volvería en dos semanas, al menos eso le daba tiempo de pensar en lo extraño que se había vuelto todo. Fue una lastima no tener tiempo a solas con el antes de que se marchara, le hubiera gustado ver su rostro una vez más antes de que tomara el avión.

Y si, le gustaba mucho esa cara atractiva que tenía, esa piel pálida impoluta, sus ojos azules cual lapislázuli brillante y sus pestañas blancas eran como ligeras plumas aleteando en sus ojos. Si, en definitiva era muy guapo, y si a eso se le sumaba esa personalidad segura y aplastante era todavía mejor, esa sonrisa que demostraba arrogancia, pero también amabilidad lo hacia lucir brillante para Itadori.

— Creo que me gusta Gojou-Sensei— Dijo finalmente, aún que era más bien un pensamiento que dijo en voz alta.

No estaba solo, Nobara y Megumi de encontraban con él en los comedores. Ambos de inmediato miraron a los alrededores para asegurarse de que nadie más hubiera escuchado, al menos de momento ningún individuo parecía reaccionar a tamaña afirmación.

— Cuida tu boca, Itadori— Dijo Megumi soltando un suspiro —
— Déjalo, es un estúpido, no puedes pedirle a un estúpido lo que esta fuera de sus capacidades — Añadió Nobara dando un mordisco a su sándwich.
—Eso es grosero de tu parte, Kugisaki — Se quejó Itadori, aunque no importaba realmente.
— ¿Te gusta sensei en el sentido que creo?— Preguntó Megumi— Me refiero que no es simple admiración —

Itadori puso gesto pensativo, llevando la mano al mentón para rascarselo.

— Creo que si... mmm, no se como describirlo bien. Quiero pasar tiempo con él, y puede ser que también quiera tocarlo—
— Que asco...— Dijo la chica — Me molesta lo fácil que puedes decirlo sin avergonzarte —

Fushiguro permaneció en silencio, comió un poco de su arroz, ya no miraba a Itadori.

—Déjame advertirte algo sobre sensei...— Dijo el pelinegro, esta vez alzó la vista hacia su amigo — Sensei no es un hombre de una sola persona... ¿Entiendes a lo que me refiero? Lo conozco hace más tiempo que tú, por eso se que le gusta ir por ahí de conquista en conquista —
—Me lo imagino — Dijo itadori como si nada — Es sensei después de todo—

Fushiguro parpadeó unos segundos, Itadori no parecía sorprendido, más bien él estaba sorprendido de que el pelirosa no se sintiera incómodo con la idea, Yuuji no se veía alterado y había respondido con mucha naturalidad.

— Sensei es guapo, es muy fuerte y además es egoista y arrogante, no hay forma de que una persona así sea del tipo serio — Añadió Itadori.

Todos asintieron, por que no solo tenía razón, también era un hecho, pero era extraño que lo tuviera tan claro, sorprendía un poco a sus compañeros.

— ¿Que vas a hacer al respecto? — Intervino Nobara — No puedes simplemente ir y decírselo, es nuestro profesor, se meterán en problemas —
— ¿Por que van a meterse en problemas? — Dijo Megumi — Sensei podrá ser un don Juan, pero nunca se involucrado con estudiantes, me habría enterado, sensei es tan descarado que ni siquiera se esfuerza por esconder a sus parejas. Probablemente rechace a Itadori —

Nobara miró a Fushiguro y soltó un suspiro, Fushiguro era muy ingenuo o simplemte se negaba a ver lo evidente.

— Yo no estaría tan segura — Dijo la chica con cierto tono de picardía — Itadori recibe mucha atención de sensei. Llámalo intuición femenina, pero ahí definitivamente hay algo —

Itadori solo se encogió de hombros, después de todo no había pensado en que haría respecto.

Esa noche, en la tranquilidad de su habitación, Itadori se encontraba tendido en la cama dispuesto a dormir, tomó su celular para dar una última mirada a las redes, entonces notó que tenia un mensaje sin leer. Para su sorpresa se trataba de Gojou-sensei, este le había enviado una fotografía con el pelo humedo, podía deducir ir que acaba de tomar un baño por que en el fondo de veia parte de la habitación y sus ropas eran simples y cómodas. Sensei sonreía haciéndole un gesto de paz en la selfie. Por su puesto su rostro se encontraba descubierto.

Junto con la foto había adjunto también un mensaje:

"Buenas noches, Yuuji! Ya estoy en hotel, llegué hace un par de horas, esta realmente caluroso aquí! Te adjunto esta foto para que no me extrañes~ Escríbeme si quieres, te responderé en mis ratos libres sin falta!"

Yuuji sonrió inevitablemente, honestamente la foto no era necesaria, pero se trataba de Satoru Goyuu, un hombre que tenía el ego por las nubes, no podía esperar menos.

"¡Eso es muy egocéntrico de tu parte, Sensei! Enviar una foto de si mismo a otra persona diciendo que es para no extrañarte es sin duda algo que solo tu harías.
Gracias por escribir, descansa"

Envío su respuesta sin demora, luego se dispuso a dormir, dejó el móvil en el velador con intenciones de no verlo más hasta el dia siguiente, pero la pantalla parpadeo y luego vino la vibración, sensei lo estaba llamando. Se apresuró a contestar, de seguro era bastante tarde donde se encontraba su maestro.

— Yuuji~ — Se oía animado como de costumbre.
— ¿Que sucede, Gojou-Sensei? ¿No es muy tarde allá donde estas? —
— Efectivamente, son las cuatro de la mañana y contando—
— ¿Y que haces llamándome a esta hora? Deberías descansar —
— Pero quería hablarte antes de que te durmieras—

Yuuji se tumbo en la cama con el movil entre su cabeza y la almohada, de esa manera estaba más cómodo hablando con Satoru. Se alegraba de poder hablar con él cosa que se manifestó en sus mejillas con un sutil y delicado carmín.

El peliblanco en ese momento se encontraba sentado en un sillón de un solo cuerpo mientras miraba por el enorme vidral del la habitación de lujo, contemplando todo el panorama de la ciudad con la belleza de las luces nocturnas.

—¿Estás acostado ya, Yuuji? —
— Si, mañana tenemos entrenamiento con el director, nos hará madrugar —
— Eso suena duro —
— Lo es, así que debería dormir ya—
— ¿Eh? Me vas a dejar tan pronto? Y yo que quería oirte hablar un poco más—

Hablaba con su usual carisma y teatralidad, oír a Yuuji le ponía de buen humor en más de un sentido, después de todo aún no lograba quitar de su cabeza al pelirosa, oírlo lo hacía recordar el sueño húmedo que inició todo.

Inconscientemente llevó su mano hacia si entrepierna sintiendo como su hombría reaccionaba, mierda, oír la voz de Itadori por el teléfono le estaba encendiendo.

— Yuuji ¿Puedo llamarte mañana también?— su voz sonó suave y aterciopelada, despacio haciéndolo sonar más íntimo.
— Esta bien — Respondió Itadori, quien hablo de la misma manera, siendo contagiado por su sensei —

Gojou presionó su miembro de arriba abajo, pero no tardó en introducir una mano bajo la ropa interior, necesitaba tranquilizar su entrepierna, sintió cómo comenzaba a ponerse duro.

— Para la próxima podrías venir conmigo, puedo traer un estudiante como asistente si creo que es necesario
— Añadió, haciendo una esfuerzo por no exhalar muy fuerte, había comenzado un sube y baja sobre su virilidad, no quería ser descubierto.
— Sería como ir de vacaciones, por que sensei es fuerte y genial, no creo que necesite un asistente —
— La verdad es que si ¿No es genial? —
— ¿Por que sensei quiere ir conmigo? — La pregunta sonó algo tímida, susurrada por parte de Itadori.

Gojou se mordió el labio inferior, mierda oírlo de esa mamera hizo que su hombría palpitara, quería decirle que que deseas tiempo a solas con él. Aumento el ritmo de su mano sintiendo una oleada de gusto y deseo debido a la fricción.

—Por que es divertido estar contigo, me gusta pasar tiempo contigo— Respondió de manera vibrante, en un tono grave y ligeramente susurrante, completamente adrede.
— Bien, en ese caso Gojou-sensei, la próxima vez lléveme con usted—
— Dalo por hecho, Yuuji. Ahora ve a dormir, te llamare mañana un poco un más temprano —
— De acuerdo, lo estaré esperando con ansias, sensei. Buenas noches —
— Buenas noches, Yuuji—

Itadori corto la llamada, Gojou dejo caer el móvil sobre si mismo, inclinó su cabeza hacía atrás buscando apoyo en el sillón mientras se permitía respirar pesado. Se encontraba demasiado erecto por lo que debía continuar con el trabajo manual.

— Mierda, estoy demasiado caliente... — Susurró para sí mismo, viendo hacia abajo ahora, hacia su sexo, poniendo énfasis de la mitad del tronco hacia arriba —
Yuuji...~一

No podía parar... los sucios pensamientos de Gojou-sensei siguieron su curso esa noche, de esa manera Itadori fue tomado una y otra vez por su profesor en sus fantasías.

¡Todo es culpa de ese sueño húmedo! [Goyuu]Where stories live. Discover now