¿¿que??

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Vamos.... vamos...

Tu puedes... vamos

Porfavor... no...

-ah-

Solté agarrando aire, mis ojos seguian cerrados, me ardía el cuerpo, podía escuchar débiles sollozos a mi alrededor.

-ESTELA!

Abrí un poco el ojo y pude ver a Peeta, estaba bañado en sangre, como instinto intente acercarme a él, me moví menos de diez centímetros antes de empezar a retorcerme en el suelo, sentía como todo mi cuerpo palpitaba, era un dolor muy grande, Peeta se acercó a mí y me recostó denuevo.

-no! No te muevas!-

-pehh, thh-

No podía hablar, las palabras no salían, solo se escuchaban como suspiros.

-shhh- me calló Peeta, las lagrimas empezaban a caer por mis mejillas, miraba a Peeta con dolor, el estaba llorando pero me preocupaba su herida, me preocupaba el.

Pasaron un par de horas, me quedé sola un par de minutos cuando Peeta volvió con el tarro en el que le había dado sopa hace unos días, el habia traído una sopa improvisada.

-abre la boca-

Negué con la cabeza, me dolía todo.

-que la abras-

Volvi a negar.

-abre la boca o lo hago yo-

No abrí la boca, el agarro mi barbilla y la tiro hacia abajo, sentía como me ardía el cuello, Preta metió la cuchara en mi boca para darme un poco de la sopa, habría fruncido el seño si no fuera porque tenía hojas en el ojo, perece que Peeta había imitado lo que hize en su pierna en mi ojo y cuello, el aprende rápido, pero esa sopa... ewww

Sabía horrible, necesito darle clases de cocina a este panadero, el me dio de comer esa sopa como desayuno, almuerzo y cena, era una tortura....

Al día siguiente ya podía moverme mejor, me desperté temprano y vi a Peeta acostado a mi lado, me arrastre hasta llegar al paquete por el que había luchado, saque un bote que tenia una crema rara encima.

Baje un poco el pantalón de Peeta y empeze a aplicar la crema, la herida de Peeta se había infectado un poco más.

-que haces?- escucho decir a Peeta, ahora tenia una voz mas ronca, recien se había despertado.

-te mejorarás con esto-

Le dije para seguir aplicándole la crema, me volteé a verlo, tenía lastimada la mejilla, extendí mi dedo y le pase la crema, seguí aplicando en su pierna mientras el se quejaba y soltaba pequeños gritos de dolor.

- te toca- dijo el
-no- le dije mientras negaba con la cabeza
-quieres que lo haga como ayer con tu comida?-
Suspire y me senté para aplicarme la crema.

-yo lo hago- dijo apurado.

Ahora se creía médico o porque estaba tan obsesionado con curarme?

Peeta me recostó sobre el suave paquete en el que venía la crema y empezó a aplicar la crema en mi cuello, solté pequeños gritos de dolor, eso dolía y mucho, después paso la crema por mi cara, no se si quedaré ciega, era probable, pero lo sabré después.

Después de eso nos quedamos acostados.

-iré a buscar bayas-
-ni lo pienses, ya voy yo, tu estas lastimada-
-y tú también
-yo no tanto

Dijo antes de irse, estaba enojado, no se la razón, después de unos minutos empeze a preocuparme, salí para buscar a Peeta, no lo encontraba y empeze a desesperarme, empeze a correr y correr hasta que lo vi apunto de meterse una baya a la boca.

Peeta Mellark, Mi Compañero Tributo.Where stories live. Discover now