Peeta Mellark, Mi Compañero Tributo.

copito de putinieve

Me despierto con la mano de peeta envuelta en mi cintura, el todavía estaba dormido, hoy empezaba el viaje y sabía que el estaba nervioso así que decidí dejarlo dormir un rato más

Me salí de sus brazos y me fui en silencio, me prepare un café solo y lo tomé de un trago apurada, salí afuera con el hacha y me fui a un bosque lejos de las casas, el sol estaba saliendo, los animales dormían y el bosque estaba tranquilo, era satisfactorio, el aire frío acariciando mi cuerpo, la suave melodía de los pájaros cantando, el olor a la lluvia en la tierra mojada, el cielo estaba teñido con una gama de colores naranjas, naranja, el color favorito de Peeta.

Ya metida en el bosque corte unas cuantas ramas de los árboles en pedazos medianos, las usaría de leña más tarde cuando llegue a casa, iría y prepararía un buen desayuno, encenderia la chimenea y despertaría a Peeta con todo preparado, seria una mañana perfecta.

Cuando tenía una buena cantidad de madera la metí en una bolsa de cuero que llevaba conmigo, camine un rato para adentrarme más en el bosque.

Encontré un lugar hermoso, lejos de todo, el pasto estaba medianamente largo y muy verde, cuando me recosté en el me di cuenta de que estaba húmedo, sentía mi ropa mojandose mientras que en mi cara todavía caía el rosío de la mañana, apreciaba el cielo con atención, sin duda era una obra de arte.

Después de una hora me levante, puse la bolsa sobre mi hombro denuevo y a un paso verdaderamente lento camine a casa, estaba frío, paso tras paso respiraba profundamente, sentía como mis pulmones se llenaban y mi corazón latía lento, después de una media hora llegue a la puerta de casa, deje la bolsa a un lado y abrí la puerta.

Un olor a rosas me hizo marearme, corrí para ver que era, al final de un pasillo encontré a Snow en la mesa, ahora sentía como mi corazón empezaba a latir fuerte, lo miré asombrada y me senté al frente de él.

-que hace aquí? Se que no viene a visitarme por placer.

-no, no lo hago, vengo por el incidente de los juegos.

El olor a rosas hacia que me descomponga, podía sentir mi estómago revolverse, me dolía la cabeza, me empeze a marear y cada vez entendía menos a Snow.

-.......... ............. .......

-mjm, si si- respondía sin poder entender lo que Snow decía, empezaba a ver como todo a mi alrededor se movía.

-....... señorita, señorita Jones, esta bien?

-mh? Si, solo necesito dormir

-pues no podrá, lo que hizo esta muy m........ ..........., no lo vieron como amor, lo vieron como........ tienes que convencerlos, hacerles creer que fue por amor,.......... hacerme creer que fue por amor.

Cuando mi vista se empezó a nublar Snow se fue, fui sosteniéndome de las paredes para poder llegar a el sillon, vi a Peeta dormido frente a la ventana abierta, como pude camine hasta el baño pero de repente todo era negro.

-estela? Estela!, esta despertando!

-mhh? Que paso- veía luces que me quemaban los ojos, me dolía el cuerpo pero ya no había olor a rosas.

- niña, ya despertaste? Que paso?

-haymitch? No, no lo se, me levante, fui al bosque, volví y Snow, y y todo fue negro...

-que? Snow?

-cuando desperté olía a rosas, me levante y vi a Estela tirada, pero no vi a Snow...

-se fue y dijo que tenia que.... que....

El sueño me ganaba, no podía decir cosas coherentes, Haymitch le dijo a Peeta que me vistiera para irnos a la estacion.

Ya en el tren Peeta me dejo en la cama y dormí un buen rato.