capítulo 39

13 2 0
                                    

—¡Andy! ¡ANDYYY!

Salto en mi lugar por acto reflejo y cierro mi libro de golpe.

María, una de las chicas que también participará en la obra de teatro que se llevará a cabo para recaudar fondos, para reparaciones de la institución, me sonríe con vergüenza.

Ella es de cabello corto y complexión pequeña, su piel es blanca y sus ojos demasiado grandes para su cara. No obstante, es bonita y podría compararse con una muñeca.

Me retiro los audífonos.

—Perdona por gritar —se disculpa.

Le resto importancia y sonrío.

—Descuida, ¿necesitas de mí?

—No, eh, bueno, sí… —mira a todas partes y finalmente a mi cara.

Levanto una ceja y la observo curiosa, preguntando qué necesita con mis ojos.

—Pues, eh, quería saber si te gustaría pasar luego por el directorio para terminar de tomar tus datos —habla bajo y un poco tímida.

¿Directorio? ¿Datos?

—Oh, claro, que tonta —se golpea suavemente la cabeza—. Me gustaría agradecerte, gracias a ti la obra está salvada —sonríe y cierra los ojos cuando lo hace, abrazando la carpeta que lleva en sus manos.

Alto, ¿que yo salvé qué?

—Oye, oye, —levanto mi mano—. ¿Cómo que yo salvé la obra? —Estoy confundida—. ¿Cuál obra?

Ahora la que luce perdida es ella.

—Romeo y Julieta. Gracias por ofrecerte a ser nuestra Julieta. La verdad, estoy súper emocionada, tu eres realmente hermosa y serías perfecta para interpretar ese papel. Al principio lo iba a tener Katiena, pero luego ella dijo que ya no lo quería y sin más dejó el papel. Y yo casi entro en pánico porque ya todos habíamos trabajado mucho y eso es para recaudar fondos para…

La detengo poniéndome de pie.

—Ah, lo siento mucho, María, pero creo que te equivocaste de chica —aclaro con una sonrisa, me pica la garganta y quiero reír.

Ella debió confundirse de chica. No soy la única Andy en la universidad, hay dos más, si no me equivoco.

—Yo no me he ofrecido a hacer ningún papel de protagonista en ninguna parte. —Y esta vez sí me río. Que gracioso.

¿Yo? ¿De actriz? Sí, claro. No, nunca, jamás.

—Pero es tu nombre el que aparece en el guion que te toca —y mi sonrisa se borra.

—No, ya te dije que no. Debes estar equivocada, yo no soy la única Andy en la universidad.

Además yo no soy tan reconocida.

—Andany Coldwater, ¿no? —Cuestiona, revisando su carpeta, tiene el ceño fruncido—. Así te llamas. Lo sé porque una vez hicimos un trabajo juntas, ¿recuerdas? Ahí supe que tu verdadero nombre es Andany y que Andy es sólo para abreviar.

—Tiene que haber un error. —Me siento y le pido la carpeta. Y sí, en efecto, es mi nombre con todas las letras—. Yo no me inscribí.

—Ya lo sé. Es por eso que debes ir a terminar de dar tus datos. Ashton fue el que te anotó para el papel.

Y en ese momento soy cómo un pájaro que se cae, en picada, directo al suelo, a romperme en mil pedazos.

—¿Qué Ashton qué? —Mi voz sale atropellada.

Él me inscribió en una obra de teatro.

¡Me inscribió en una obra de teatro!

—Dijo que tú ya sabías. —Sigue María, pero ya no la escucho.

Lo voy a matar

—¿Dónde está Ashton? —Es lo único que pregunto, sintiendo mi sangre hervir.

—Está en el salón que agarramos para ensayar…

Y antes de que termine de hablar ya estoy saliendo disparada a buscarlo.

Antes del Cielo [Wattys 2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora