Antes del Cielo [Wattys 2024]

Capítulo 132

Especial de navidad

24 de diciembre.

. . .

—Okay… —Es todo lo que dice Amanda,  luego de leer mi escrito, donde una chica asesina a su hermana gemela, sólo para suplantarla en su boda.

—¿Y eso qué significa, Andy?

—Las dos caras de la moneda.

—Explícate.

—Bueno, en mi cabeza las cosas no ocurren tan literales y hay más de una versión. Quizá es sólo la novia sintiéndose presionada y huyendo a Rusia. Quizá no hay un cadáver… o quizá la hermana los asesinó a ambos… —Intento explicar y comienzo a dudar de si es buena idea mostrarle mis historias a mi psicóloga, considerando que terminan en tragedia o asesinatos—. El punto es que estamos divididos. Entre las cosas que tenemos y las que no. Lo que nos gustaría tener y las que no nos podemos permitir. Algunos somos Valeria… —Lo dejo al aire

—Y otras somos Valory, teniendo todo… Y luego nada. ¿Has considerado la escritura como una profesión, Andany?

—Yo… bueno, sí, lo he hecho. Es algo que se me da bien, sin intención de alardear, es solo que me gusta, pero no he pensando en publicar un blog o algo así… Y a veces siento que nada es lo suficientemente bueno.

La observo sonreír abiertamente.

—Creo que tengo una siguiente tarea para ti.

. . .

La brisa fresca acaricia mi rostro y sonrío con gratitud, hace algunos meses atrás,  cuando mi vida pendía de un delgado hilo, no habría imaginado que, para este momento, aún estaría con mi familia.

Es noche buena.

Todas las mujeres de la casa nos hemos encargado de la comida de mesa y los hombres del asado. Y sí, nuevamente estuvieron mirando el fuego como por dos horas.

Observa desde mi balcón a mi familia.

Todos ríen con regocijo. Y no puedo evitar que eso me enternezca. Si yo no lo hubiese logrado… Esas risas serían llanto de dolor.

Me alegra no haberme ido.

Si soy honesta, hubo momentos en lo que quise rendirme, con la misma fuerza con la que deseaba vivir.

Yo solo quería que el sufrimiento parara.

Y seguramente dirán “wow, que rápido pudiste rendirte”, pero nunca, en toda mi vida, me había detenido a pensar en como iba a morir.

Jamás me detuve a pensar en el momento de mi muerte o en cómo se daría, ni en qué escenario.