Antes del Cielo [Wattys 2024]

Capítulo 47

—¡Dios! ¿Cómo es que estás aquí? —Tomo a Adrián de las mejillas para sentir su suavidad y aprieto tanto que consigo que se sonrojen y que mis dedos queden marcados en su piel.

Paso mis dedos por sus cejas, subo a su frente, los hundo en su cabello, toco su cuello.

Okay, ya parezco loca.

Y él no para de reír.

Tranquilo toma mis manos y las aleja de su cara, antes de que le saque un ojo para comprobar si realmente es real.
Si, realmente él está aquí.

Lleva el cabello más largo y este le cae sobre la frente. Y definitivamente está más alto de lo que lo recordaba.

Adrián es mi mejor amigo de la infancia. Él es de origen Coreano, bueno lo es su papá, su madre no.

Fuimos mejores amigos, inseparables, hasta que cumplimos dieciocho. Él se marchó a Corea con su familia, para estudiar en una universidad de allá, su papá quería convertirlo en fiscal, aunque a Adrián nunca le entusiasmó la idea.

Nos comunicamos por un tiempo, un año o dos, hasta que eso se perdió. Ambos nos perdimos en nuestro mundo y no volvimos a saber del otro.

No obstante, no puedo evitar la emoción que me invade al verlo. Tenerlo frente a mí.

—Llegué hace unos días. No había podido contactarte por teléfono… Así que decidí venir directamente a verte —se rasca la nuca, sus mejillas están rosadas y sus lindos rasgos brillan.

Noto que sigue siendo el mismo chico tímido que conocí cuando tenía doce.

Travis de acerca y le gruñe a Adrián.

—Oye, no hagas eso —y aunque parezca loco, Travis obedece, pero no sin antes lanzar un último ladrido en dirección al chico.

Sonrío y me le tiro encima una vez más para abrazarlo y él me recibe de buen ánimo.

Una exagerada tos toma lugar detrás de nosotros y me veo obligada a separarme de Adrián.

Ashton.

Había olvidado por un segundo que estaba ahí. Él tose un poco más y luego se mete las manos en los bolsillos, con hombros tensos.

—Eh, sí, bueno… ¿Quieres pasar o…? —Se dirige a mi amigo, quien sólo se limita a mirarlo con el ceño fruncido.

Ashton a pesar de estar sonriendo, luce incómodo. Y puedo detectar un diminuto ápice de molestia.

Bueno, lo ignoré por completo. Es mi culpa.

—Oh, Adrián, él es Ashton… Ashton… Adrián —y llámenme loca, pero creo que si las miradas matasen, Adrián ya estaría muerto. Ashton no deja de mirarlo raro y su sonrisa es más una mueca.

—Un placer —el sarcasmo llena el espacio y me muestro confundida.

No obstante, mi amigi no parece notarlo.

—Es un gusto, Ashton. Eres algún amigo de mi Dany, ¿no?

Sí, Adrián no me llama Andy. Él es como Mich.

—Andy, ella se llama Andy —responde con una sonrisa que se me antoja algo falsa, ¿qué le pasa? Y la sonrisa hipócrita en su cara comienza a asustarme—. Y sí, soy un amigo.

Ashton camina hacia nosotros y se detiene frente a Adrián. Son del mismo tamaño y yo… Bueno, yo.

—Tengo que irme, nena. —Se dirige a mí.

—Oh, bueno, está bien —le sonrío y él lo hace de vuelta.

—Vamos, chico —llama a Travis, le toca cuidarlo.