CAPITULO 21

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Para que Mark no bajará al sótano y viera a Henry, los gemelos se turnaban para vigilarlo, Gareth regaño en varias ocasiones a Gordo por llamar a papá lobo e intentar que fuera con él. Marco se escondía detrás de las cortinas para sorprenderlo.

Mark pensaba en dejar que se durmieran para poder ayudar a Gordo, pero los gemelos lo abrazaban con fuerza o se despertaban si los dejaba en la cama. Gareth se quedaba mirándolo en silencio por unos segundos antes de señalarle la almohada. Daba igual como intentará engañarles, ellos descubrían un nuevo método para tenerlo cerca.

Marco lo espero al final de las escaleras del sótano cuando consiguió distraer a Gareth, pidiéndole que ayude a Elisabeth a preparar la comida, el pequeño fue advertido por su hermano antes de llegar al final.

-Papá lobo... - Gareth cruzó sus brazos sobre el pecho con seriedad. – Peligroso, no acercar. – Marco abrazo su pierna para que no pudiera caminar. – Comer cabeza, peligroso, no acercar papá lobo. – suspiro cansado. – No poder mentirnos, nosotros saber que papá lobo cabezota.

-¿Por qué es peligroso que me acerco yo? – Marco encogió los hombros pensativo.

-Papá lobo tonto. – refunfuño mientras bajaba las escalera y tiraba de la mano de Mark para que subiera. – No escuchar, nosotros decir peligroso, papá lobo sordo. – no podía creer que Mark no lo entendiera. – Ayudar a mamá loba. – continuo hablando mientras negaba con la cabeza. – Cortar patatas, manos pequeñas, no poder.

Gareth puso el pelador de patatas en las manos de Mark con una pequeña sonrisa, al ver que había conseguido alejarlo de nuevo de Henry, aprovecho que papá lobo se sentó en una de las sillas para poder sentarse encima de él, emocionado. Marco ayudo a Elisabeth a elegir las mejores verduras para el puré, guardándose algunos trocitos de zanahorias en el bolsillo para dárselas a Papá Lobo Pequeño, al que habían comenzado a llamar Brownie.

-Ponlos en la olla... - Elisabeth lo observaba de reojo con una pequeña sonrisa. – Poco a poco, cuidado, no el borde está caliente. – Marco asintió. – Gareth ¿Cómo van las patatas?

-Papá lobo lento. – se quejó mientras ponía las patatas peladas en el bol. – Quedan cien... - suspiro. – Muchas, mira, mamá loba.

Gareth apoyaba sus manos sobre las muñecas de Mark para ayudarle, mostrándole a Elisabeth que él también estaba trabajando, Marco había guardado más de la mitad de trozos de zanahoria en su bolsillo cuando no lo veían, limpiándose las manos sobre el devantal antes de bajar de la silla.

-Mamá loba, querer ir al baño... - mintió cubriendo sus bolsillos con las manos. – Venir ahora, esperar por favor. – le dio un pequeño beso en la mejilla antes de salir de la cocina.

Marco llamó en voz baja a Brownie cuando llego al salón, él solía resguardarse del frio cerca de la chimenea, durmiendo panza arriba sobre la almohada. Los cachorros habían intentado enseñarle algunos trucos para jugar con él, pero no les hacía caso. Marco rebusco en sus bolsillos sacando alguno de los trocitos para dárselo.

-Brownie... - sonrió con dulcera, sentándose a su lado. – Hora de comer, toma. – le tendió sus manos con cuidado. – Come, mamá loba no saber. – soltó una pequeña risita. – Tíos ocupados, hoy domingo... - beso su cabeza con cariño. – Preparar mucha comida, papá lobo ayudar, no peligro, él seguro, hombre del sótano malo. – le advirtió. – Brownie tampoco acercar.


Gavin cargaba con el tirachinas de Warner en el bolsillo, había arreglado la goma para que pudiera volver a utilizarlo cuando lo encontraran, Carter guardaba silencio la mayor parte del tiempo, lo había escuchado hablando con sus hermanos en un par de ocasiones, aunque siempre era Kelly o Joe quien hablaba más.

La maldición de la magia mística lunar (fanfic saga green creek)Onde histórias criam vida. Descubra agora